Mayte Olmedilla, violista, cantante, actriz, creadora y productora de la compañía The Funamviolistas. Vocalista del grupo Tu Dú. Profesora de viola en Aranjuez.
- ¿Cuándo decidiste ser lo que eres?
Pues la verdad es que no acabo de tener claro que haya sido yo quien lo haya decidido, o al menos de manera consciente. En mi caso, la vida me ha ido llevando un poco hasta aquí. Lo último que recuerdo es que volví de Austria para sacarme un máster en formación del profesorado, porque era lo más responsable y recomendado en ese momento. Y mira ahora…
- Si pudieras cambiar algo de cómo te educaron ¿qué sería?
En casa no cambiaría nada, porque han intentado siempre hacerlo lo mejor posible, y lo más importante de todo: nos han dado siempre libertad para elegir y hacer. De la escuela todo, del conservatorio muchas cosas. En general, creo que se debería potenciar más la creatividad. Es un arma muy poderosa.
- ¿Qué has tenido que sacrificar por la música?
Caprichos, horas de juego en la calle. Pero en el fondo no lo veo como un sacrificio. Creo que la música me ha enseñado a organizarme y marcar prioridades. Esta profesión me ha dado y me da una vida maravillosa. Estoy muy agradecida por ello.
- ¿Cuál fue el primer concierto al que fuiste?
Ummmm… aunque no lo recuerde seguro que fue alguna verbena, o algún concierto de rock en la Feria de Albacete, lo de la música clásica vino después. Ahora intento ver de todo, desde grupos de cámara, ópera o música actual.
- Cada músico tiene su estilo personal ¿cómo llegaste al tuyo?
Pues creo que es resultado de toda esa mezcla que me ha ido acompañado durante estos años. Digamos que soy una violista un poco macarra, que descubrió tardíamente que además de tocar, quería cantar jazz.
- Tú instrumento ¿circunstancia o elección?
Circunstancia total. La típica: no había violín y la viola era lo más parecido. Ese día estábamos dando en el clavo sin saberlo, hehehe.
- ¿De dónde vienes y a dónde quieres llegar?
Vengo de una casa humilde donde siempre nos inculcaron que nos formáramos al máximo. Las metas irán viniendo e iremos viendo cómo alcanzarlas. La prioridad es siempre encontrar el equilibrio entre vida profesional y personal, y ser feliz.
- ¿Qué disco escondes cuando tienes visita?
Uhmmm… la verdad es que creo que ninguno, la única vergüencilla que llevo conmigo es que de adolescente me gustaban los Take That, imagino que eran las hormonas.
- Por lo general: ¿tarde, temprano o a tiempo?
Impredecible.
- Menciona un grupo emergente y una de sus canciones.
Arcade Fire, Afterlife.
- ¿Qué es Groove?
Ahí me has pillado. Ni idea.
- Una instrumentista que admires.
Jordi Saval, Fazil Say.
- Formula una pregunta para cada una de estas respuestas: siempre y jamás.
¿Sueles contradecirte? -Siempre.
¿Dejarás el café algún día? -Jamás.
- Si sólo te quedaran unos minutos ¿qué canción tocarías?
Space Oddity de Bowie.
- ¿A qué músico revivirías para tocar con él?
A Amy Whinehouse y le daría un largo abrazo.
- ¿Cuál ha sido la última canción que has escuchado en bucle?
Pues aunque suene fatal, una versión de un tema de Extremoduro que hicimos con mi grupo Tu Dú. Intentaba corregir y mejorar cosas, pero la verdad es que a todos nos sorprendió el resultado en positivo.
- ¿Qué es lo más absurdo que te ha pasado en un escenario?
Caerme de bruces encima de una chalaparta (instrumento vasco) en el pabellón de España de la Expo de Shangai. Rompí la viola y tuve que improvisar ante el público chino. Me di un buen golpe.
- ¿Vives de la música?
Sí . Digamos que de la música y del teatro. Soy doblemente afortunada.
- ¿La parte negativa del ámbito musical es…?
La marginalidad que a veces tienes que sentir en este país por haber elegido esta profesión.
- ¿Qué deportes consideras beneficiosos, compatibles y contraproducentes para tocar tu instrumento?
La natación creo que es muy buena, el gym creo que no tanto porque el tema de sobrecargar los músculos es peligroso, además creo que también perdemos sensibilidad.
- ¿Con qué frecuencia vas a conciertos? ¿De qué estilo suelen ser?
Siempre que puedo. Mínimo uno o dos al mes. Intento seleccionar algunas cosas clásicas que me interesan especialmente, y si no conciertos de estilos actuales.