Ayer daba comienzo la segunda edición del Festival Cara-B, teniendo lugar de nuevo en la Fàbrica Fabra i Coats con un cartel que pretende celebrar y reflejar la escena musical independiente española y catalana. Nosotros pudimos asistir a los conciertos que ofrecieron Le Parody, Extraperlo y Los Punsetes.
Le Parody
A Sole Parody le han puesto muchas etiquetas, pero la que más gracia le hace es la de “Grimes flamenquilla”. Aunque no estamos de acuerdo con el apelativo, ayer no nos era difícil discernir de donde venía cuando la vimos subir al escenario con ropa cómoda nada ostentosa, el pelo recogido en una coleta y las mangas subidas hasta los codos para darle más radio de movimiento a la hora de manejar el sampler, su fiel compañero. Otra etiqueta, la de “folktrónica”, también parece adecuada para describir ligeramente su sonido. Y es que la artista mezcla electrónica y folclore dando un resultado que hacía que ayer nos pareciera estar en ocasiones en una rave a las afueras de Berlín y otras, en una verbena.
También cabe añadir que, aunque Sole Parody parece bastarse ella sola con su voz, su ukelele y su sampler para defenderse en el escenario, anoche estaba bien acompañada en la Fabra por un bajista y un saxofonista que añadían buenos cimientos a su muro sonoro. Cabe destacar especialmente a Salvador y su saxofón, que se encargaba de rellenar las lagunas y enriquecer en gran medida la actuación. El saxofón no es precisamente un instrumento que pueda encajar bien en cualquier grupo, pero ayer a Le Parody le fue como un guante. No tanto el bajo, que con el gran sonido del sampler, apenas se le percibía en la sala. Sin embargo, en general Le Parody ofreció una actuación correcta e interesante que sirvió para mostrar otra faceta de la música independiente española muy poco conocida.
Extraperlo
Extraperlo subían al escenario del Cara-B con decisión y empezaban su directo con la canción No me toques por la espalda, de su último trabajo Chill Aquí, un tema perfecto para añadir al festival esa atmósfera tropical y relajada tan característica del grupo barcelonés. Borja Rosal, el cantante del quinteto, ataviado con una camiseta gris y una americana blanca al más puro estilo ochentero, entonaba sus canciones con un potente torrente de voz, haciendo que se oyese su eco hasta en el último rincón de la fábrica. Su manera de introducir Ciudad Oasis, otro de los temas de su último disco demuestra el buen sentido del humor que tienen los barceloneses: “Esta es la canción más bonita que tenemos, después de esta no hay nada”, a lo que el público correspondió con vítores. Y es que ayer Extraperlo nos hizo bailar, reírnos y, en definitiva, pasar un buen rato, que en muchas ocasiones es más que suficiente.
Los Punsetes
El plato fuerte de la noche llegaba a las diez cuando le tocó el turno a Los Punsetes. Tienen diez años de carrera a sus espaldas y eso se nota encima del escenario. Van a hacer lo suyo y poco les importa si encajan o no en las expectativas del público. Por ello, este grupo probablemente sea la mejor representación de lo que quiere reflejar el festival Cara-B, la música independiente de este país.
Mientras Ariadna permanecía inmóvil como una estatua de hielo, mirando hacia el horizonte ataviada en un vestido rococó que le hacía parecer una especie de Maria Antonieta con el pelo de colores, el resto del grupo ponía toda la carne en el asador. Aquí cabe destacar especialmente la labor de Chema, el batería del grupo, cuyos golpes con las baquetas eran precisos y llenos de energía. Tus Amigos y Me gusta que me pegues despertaron la euforia de los asistentes y sirvieron para poner fin al concierto.
En definitiva, un buen comienzo para el Festival, que esperamos que continue hoy con las actuaciones de grandes grupos como Parrots o The Saurs. Aún se pueden comprar entradas de día por 12 euros aquí.