Después de un arranque bastante calmado, como fue el de la jornada del martes, el segundo día del Noroeste Pop Rock ha sido bastante más rockero y movido.
En esta ocasión decidimos ser más selectivos y escoger dentro del cartel tres conciertos muy diferentes entre sí, por lo que empezamos a las 21:00 en la Casa museo Casares Quiroga, con el concierto en acústico del grupo coruñés de folk-rock: Deibes. Un concierto sin enchufes, íntimo, ya que el aforo del recinto era bastante reducido, donde destacaron sus letras, inspiradas en historias reales sucedidas en A Coruña, haciendo referencia en ellas a calles emblemáticas, sitios populares, y personajes típicos de la ciudad. Y un estilo que recordaba al más puro Bob Dylan.
Foto by ollofoto
Inmediatamente nos acercamos al Campo de la Leña, donde asistimos al concierto de Strikeback, un grupo completamente opuesto al anterior, melenas “metaleras” y una batería ametralladora dejaron patente que se trataban de amantes del trash metal, inspirados en grupos como Slayer o Metallica, consiguieron que todo el mundo meneara sus cabezas como ventiladores. Acompañados de más de un espontáneo, que decidió subirse al escenario para hacerles los coros, cerraron el concierto con los aplausos, brazos en alto con los cuernos y la petición del público de que siguieran dando caña.
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Y por fin llegamos al concierto más rockero que cerraría la jornada del miércoles del festival: Sex Museum, que con 30 años a sus espaldas y con una serie de conciertos que les está llevando por diferentes puntos de España, llegaron A Coruña para darlo todo en una Plaza de San Nicolás que estaba hasta la bandera. Tocando sus ya clásicos Circles in the salt y Enjoy the forbidden y pasando por su versión del Fight for your right de los Beastie Boys hicieron vibrar a toda la plaza, convirtiéndose en el concierto estrella del día.
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