Más de un fan acérrimo del clásico Los Cazafantasmas nos quedamos helados cuando conocimos la noticia de que se iba a grabar un ‘reboot’ de uno de los títulos que marcaron a varias generaciones. ¿Cómo iba a ser posible superar el carisma de Bill Murray o el sentido común de Dan Aykroyd? Todo abogaba a un fracaso fácil. Pues bien, Cazafantasmas ha llegado y lo ha hecho pisando fuerte y callando más de una boca. Dirigida por Paul Feig (La boda de mi mejor amiga, Arrested Development, The Office) el título demuestra cómo recoger una idea clásica, darle una vuelta de tuerca y crear una constante de risas, acción y mucha, mucha morriña.

Treinta años más tarde de que Nueva York no haya vuelto a ver ningún signo paranormal, comienzan a ocurrir acontecimientos extraños en puntos importantes de la ciudad. Será en este momento cuando entren en juego las científicas Erin (Kristen Wiig) y Abby (Melissa McCarthy), la loca ingeniera Jillian (Kate McKinnon) y la taquillera de metro Patty (Leslie Jones). Ahora que los fantasmas se han convertido en un problema real, el mundo las necesita para salvarse.

Lo que más destaca de toda la película es el punto de vista tan fresco que le han dado a una idea que, al fin y al cabo, ya estaba hecha. Los puntos coinciden con el filme original, pero traído a un tiempo más moderno y adaptado de una forma magistral. Han sabido refrescar algo que ya era mágico y el resultado ha sido: unas chispas de constantes bromas, momentos de tensión y, lo más importante, los detalles. Los pequeños easter eggs que, algunos más escondidos y otros no tantos, suponen una delicia para enmarcar un ambiente nuevo, bajo el sentimiento del recuerdo. De hecho, cuenta con algunos momentos tan memorables como la aparición del mismísimo Bill Murray, Ernie Hudson y la excelente Sigourney Weaver.

Otro punto fuerte es el elenco escogido. Las protagonistas no solo juegan un papel que les va como anillo al dedo, sino que se han sabido alejar de los caracteres de Los Cazafantasmas y crear los suyos propios. La química entre ellas resulta impresionante y gustan incluso más en conjunto que por separado. Un nombramiento especial a Kate McKinnon que, en su papel de lunática, sobrelleva todo el buen humor y algunos de los mejores golpes de la película. De hecho, al igual que ocurría en la clásica con Murray, McKinnon es la que consigue poner el acento mayúsculo al grupo. También cabe destacar a Chris Hemsworth que solo basta ver a su personaje para comprender el por qué se lo merece.

Es por todo esto que la fórmula funciona. La película te mantiene entretenida, sonriente y con el corazón dando saltos mientras tarareas la música que ya conoces, y vas adorando, cada vez, a las mujeres que ves en pantalla. Un imprescindible para los amantes de la original y también para aquellos a los que les gustan las películas de acción bien hechas. Porque el ritmo constante no  te permitirá que bajes la guardia ni una sola vez. Y, sobre todo, que te vayas con la sonrisa y el corazón “cazados”; porque, al igual que hicieron Los Cazafantasmas, habrá una próxima generación que ya tendrá claro a quién va a llamar.