Al terminar el instituto Cristina Rubio hizo las maletas y se fue a Londres a estudiar jazz y música moderna en el conservatorio Guildhall School of Music and Drama. Allí pasó 6 años aprendiendo, cantando, tocando y haciendo colaboraciones. Tras este periodo de tiempo, la compositora madrileña volvió a casa para embarcarse en su primer proyecto discográfico: Stay. Un disco, grabado en Madrid (Estudio Uno y Dalamix Estudio) y producido por Guillermo Guigher, que vio la luz el pasado mes de mayo.
En el proceso de elaboración de este trabajo han participado un buen número de músicos, construyendo con sus aportaciones un bello engranaje de sonidos. Así, Rubio (nombre artístico de la intérprete) nos ofrece una delicada propuesta musical que navega entre el pop anglosajón, el folk y el soul.
Aunque Cristina firma todas las canciones, en la composición de Troublin´My Mind también ha colaborado su hermano Javi Rubio. Además, Javi se ha encargado de las guitarras, el banjo, la mandolina, la harmónica y los coros. Asimismo, el equipo lo completan los siguientes artistas: Blanca García en el chelo, Esteban Alonso en la batería, José Deza en el bajo, Ariel Brínguez en el saxofón, Álvaro Pacheco y Raúl Gil en las trompetas, David Lads en los teclados y Roberto Pacheco en el trombón.
Unos días después del lanzamiento del álbum, Cristina y su banda presentaban sus composiciones en directo en el madrileño Teatro Alfil. Una cita muy especial en la que el grupo encandiló al público con sus melodías y sorprendió con la interpretación de una canción inédita escrita en español, Agua sin sal.
Stay está formado por una colección de 13 canciones rodeadas de un agradable aire noventero. Antes de comenzar a explorar los temas, el título ya nos invita a quedarnos. Y eso hacemos, nos quedamos e iniciamos nuestro recorrido musical con The Game, primer tema del disco. Entonces Cristina acaricia nuestros oídos con su magnífica voz y nos habla del deseo de caer en el amor, aunque no sea el momento más adecuado para hacerlo. Después de este prometedor inicio, nos sumergimos en la melodía de Harvest. Así, inmersos en la composición, observamos como el bajo y el chelo unen fuerzas y conforman una mágica alianza musical.
Nuestro viaje nos lleva ahora hasta Only Love. En este punto la sección de metales despliega todo su poder. Y sus rítmicos sonidos nos envuelven en una colorida y alegre combinación sonora. Nos impregnamos del aire folk de Same Old, Same Old y las estrofas de Good Old Man nos adentran en el complejo mundo de las relaciones paternales.
Llegando a la mitad del álbum nos encontramos con Come Back, un tema inspirado y dedicado especialmente a la maestra de voz de la artista madrileña. A continuación exploramos la belleza de Believe. Una dulce balada que nos mece suavemente, pero que sigue transmitiendo fuerza a través de la potencia vocal de Cristina. Tras esta apacible travesía, la energía de This House nos invade y el calor de una letra que nos relata como todo se quema nos lleva hasta Before I´m 26. Aquí las teclas del piano nos introducen un relato sobre juventud e infidelidad. El siguiente corte, The World You Live In, nos muestra un paisaje repleto de matices instrumentales y sus versos nos describen la historia de alguien que intenta descubrir el mundo que hay detrás de los ojos de otra persona.
En el tramo final del álbum y mediante sus notas, Sinking Boat nos traslada al interior de un torbellino emocional dominado por la capacidad de persistencia. Seguidamente escuchamos Stay, canción que da nombre al disco y que nos anima a quedarnos con las cosas que nos motivan, con todo aquello que nos gusta y en definitiva, con el lado bueno de la vida. Para terminar, Troublin´My Mind despide el disco por todo lo alto. De tal modo que sus pinceladas funk y su contagioso estribillo convierten la despedida en una auténtica fiesta.
Podéis escuchar el disco al completo en Spotify.