HBO España estrena hoy, 22 de enero, la serie de Starz Counterpart, de la cual ya hemos podido ver su primer episodio y comentaremos en este artículo. En ella, J. K. Simmons interpreta a Howard Silk, un empleado de bajo rango en una misteriosa agencia de espionaje de las Naciones Unidas con sede en Berlín. Cuando Howard se ve involucrado en un plan para capturar a una peligrosa asesina interpretada por Sara Serraiocco, descubrirá que la razón de ser de la agencia es vigilar el puente entre su mundo y otro paralelo.
De su creador, Justin Marks, poco hemos visto digno de mención excepto quizás (y solo quizás) el remake en acción real de El libro de la selva (2016) en el que participaban entre otros Scarlett Johansson, Bill Murray y Ben Kingsley. Así que creemos adecuado afirmar que Starz ha asumido un verdadero riesgo con esta serie, al contrario que las mucho más cuidadosas HBO y Amazon, la cual cancela hasta aquellas series que tienen una acogida moderadamente buena entre el público.
Pero volviendo a Counterpart, sin duda uno de sus atractivos es ver a J. K. Simmons actuar por doble (interpretando al Howard de ambos mundos), sumándose a la moda iniciada por Ewan McGregor en Fargo FX y que ya había masterizado Tatiana Maslany con sus clones en Orphan Black. Después de ver el primer capítulo, podemos afirmar que el veterano actor es más que capaz de superar el reto e incluso superar a sus compañeros de reparto, del que solo sale airoso en su presencia el británico Harry Lloyd, al cual muchos recordarán por interpretar a Viserys Targaryen en Juego de Tronos.
Por lo demás, el primer episodio de Counterpart funciona como un capítulo de espionaje complaciente, salpicado de pequeños guiños aquí y allá al género que cualquier espectador podrá captar. Por ejemplo, en vez de utilizar la metáfora tan manida del juego del ajedrez, que en Perdidos pasó a ser backgammon, simbolizando el mal y el bien que luchaban por dominar la Isla, en Counterpart, Howard (J. K. Simmons) juega al Go, un juego de estrategia de origen chino con miles de años de antigüedad en el que dos contrincantes luchan por dominar el tablero con las fichas de su color, negro o blanco. Símbolo sencillo que también se utiliza para la genial intro de la serie y que sirve para hacer referencia a los dos mundos que viven en paralelo y que están a punto de colapsar el uno con el otro.
Dirigido eficientemente por Morten Tyldum (Descifrando Enigma), al piloto de Counterpart le sobran las líneas de guion algo torpes y el ambiente excesivamente lúgubre, al que no ayuda un vestuario con una única paleta de grises y negros. Por otro lado, su ritmo sosegado al estilo de las historias de espionaje más clásicas juega a su favor y su sorpresa final deja una puerta abierta a una temporada que puede resultar más que interesante, tal y como señalan las buenas críticas recibidas en Estados Unidos, donde la serie ya se ha emitido al completo. Así que os animamos a aventuraros en la otra dimensión con Howard y descubrir si el espionaje alemán es para vosotros.