El pasado sábado acudíamos al madrileño Teatro Barceló para disfrutar de una prometedora velada musical. Y es que el grupo Anaut presentaba las canciones de su nuevo disco Hello there en la capital. Nos esperaba una noche en la que los ritmos procedentes del soul, rhythm and blues, folk y rock harían las delicias del numeroso público que acudiría a la cita. Hay que decir que en esta ocasión los menores de hasta 8 años de edad tenían entrada libre y los tickets para los niños y niñas de edades comprendidas entre los 9 y los 14 años podían adquirirse a un precio especial. Una iniciativa que, sin duda, facilita las cosas a las madres y padres que quieren ir a un concierto acompañados de sus criaturas. Y por otra parte, el hecho de que los más pequeños asistan a conciertos puede ser una buena manera de inculcar la cultura musical desde la más tierna infancia.

Sobre las 20:00 horas el recinto abría sus puertas y la larga cola de gente que esperaba en la calle comenzaba desaparecer poco a poco. Los asistentes iban entrando en la sala para posteriormente ir acomodándose progresivamente en el interior. Nada más entrar se podía apreciar sobre el escenario un buen número de instrumentos preparados para la acción. Además, al fondo se podía ver una gran pantalla con la imagen del flamante búho que protagoniza la portada de Hello there.

Poco después aparecía sobre las tablas el actor, humorista y cantante Gorka Aguinagalde. Gorka inauguraba el evento con un cómico monólogo que se vio ensombrecido por el constante y ruidoso murmullo provocado por las personas que se dedicaron a charlar a viva voz durante su actuación. El actor terminó su intervención presentando animadamente a la banda. Así, tras unos instantes de espera añadida, los músicos de Anaut saltaban al escenario.

This train fue la canción elegida para arrancar el espectáculo. El ambiente se iba caldeando y las melodías de Valle de los cirios y You better run daban paso a I will see you again. De este modo las bellas armonías del que fuera el primer single de Hello there conseguían meterse al público en el bolsillo. Lo cierto es que los sonidos de los diferentes instrumentos fluían a lo largo y ancho del lugar logrando una sincronización que funcionó a la perfección. En total, ocho talentosos músicos deleitándonos con una ejecución sonora originada a partir de la magnífica combinación de saxos, trompeta, teclados, guitarras y bajo. Sin olvidar el enérgico compás de la batería marcando el paso con fuerza. Un halagüeño pistoletazo de salida en el que la magia de la música en directo volvía a atraparnos.

Pero todavía quedaban muchas sorpresas que descubrir. Happy Togheter, Liar y I love the way you lie fueron los temas que continuaron amenizando la fiesta. Y con este aire festivo inundando el horizonte llegaba el turno de Far, not fast. Alberto, que asumió con soltura el papel de maestro de ceremonias durante todo el concierto, fue el encargado de presentar la composición: “Es una canción del disco anterior. Una canción sobre alcanzar los sueños.” 

A continuación llegaba uno de los momentos más especiales de la noche, la dulce voz de Carolina García se unía a la celebración. Entonces comenzó a sonar Don´t let me down y entre la sugerente mezcla de voces también hubo espacio para un contundente solo de guitarra que hizo vibrar las paredes del local y que desató una oleada de aplausos. En este sentido, cabe destacar que las guitarras rugieron durante toda la noche ofreciendo una electrizante puesta en escena.

Seguidamente, Alberto volvía a tomar las riendas y con una sonrisa de oreja a oreja invitaba a los presentes a cantar con él la letra de Little by little. En este estado de euforia, con la banda y el público divirtiéndose juntos, superábamos el ecuador del concierto y nos acercábamos a la recta final.

The difference,  When your days grow long y Drifting servían de despedida y ponían el broche de oro a una exitosa presentación en la que la emoción y la complicidad brillaron con luz propia.