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D’A 2018 día 3: La muerte como punto de partida

La tercera crónica desde el Festival de Cine de Autor de Barcelona viene un poco pasada por agua, pero nada que no pueda soportarse con una buena sesión de cine a cambio. Y lo cierto es que lo nuevo de Meritxell Colell merece con creces las largas esperas. Además, nos aventuramos a ver lo nuevo de Sebastián Lelio: la expectativa superó una vez más a la realidad. La muerte paterna como punto de partida de ambas películas cuyos desarrollos no podrían ser más diferentes.

CON EL VIENTO

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Es curioso como varios de los largometrajes de esta edición del festival nos hablan de la memoria. Hace unos días pudimos ver en Trinta Lumes que la despoblación y la transformación del entorno rural pueden ser el vehículo perfecto para hablar del recuerdo, de la memoria colectiva y del misticismo.

Hoy, Meritxell Colell, en su primer largometraje de ficción, nos narra el viaje de una bailarina afincada en Buenos Aires que vuelve a su pueblo burgalés tras la muerte de su padre. Allí se reencuentra con su hermana, su madre y su sobrina. Han pasado dos décadas desde su marcha y el peso de los años se traduce en culpabilidad; la distancia ha roto a Mónica (Mónica García) por dentro y la vuelta a la casa que la vio crecer se convierte en un ejercicio de entendimiento propio, de apertura, de serenidad y de aprender a dejar marchar.

Con el sentimiento de pérdida y desarraigo como punto de partida, Colell nos introduce en un viaje donde lo sensorial ocupa todo el espacio y donde la danza es el vehículo perfecto para expresar todo aquello que las palabras no llegan a explicar. Esa expresión corporal, manifiesto del dolor y de alguna manera la liberación de la protagonista, será el eje mediante el que la cámara de Colell bascule, nerviosa al principio, calmada y cercana después, a medida que la protagonista va soltando lastre y comienza a abrirse de nuevo a una familia que hace mucho tiempo que dejó atrás.

Con el viento es una película donde las emociones no se transmiten, se sienten, donde los gestos valen más que mil palabras de guión y donde la reflexión es estrictamente necesaria. A partir de una casi hibridación fílmica entre el documental y la ficción, Colell nos adentra en la casa familiar, un lugar lleno de recuerdos que recoge las memorias de las tres generaciones a las que la directora nos acerca y cuyas maneras de entender la vida son bien diferentes. Con la culpabilidad, el resentimiento, el amor y la comprensión como pilares guía de las cuatro mujeres protagonistas, Con el viento se convierte en una obra única, en la que con una cámara casi imperceptible, Colell nos convierte en un personaje más de la familia; una familia que debate sus prioridades y preferencias a placer, olvidando que, a veces, lo más importante no reside en lo material sino en todos los recuerdos que, a veces, parece que hay que dejar forzosamente atrás.

Con el viento no caerá en saco roto a todos aquellos que viven lejos, a los que esperan llamadas de su casa con buenas noticias, a los que viajan durante horas por un abrazo de sus padres, a los que lloran cuando algo pasa por no poder estar cerca de los suyos. Tampoco a los que han visto a sus mayores regalar todos sus objetos de valor para quedarse con una foto repleta de recuerdos. Con el viento es llegar a casa por Navidad, volver al pueblo en verano, ir a la casa vieja con mi abuela, aprender a montar en bici detrás del corral, bajar al río a bañarnos, partir la leña detrás de casa, preparar la mesa para quince, ver a mi abuelo sentado al sol en la puerta de casa, escuchar a los animales por la noche, despedirnos al acabar el verano. Y volver… Con el viento también es aprender a volver.

DISOBEDIENCE

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Tras ganar el Oscar a mejor película de habla no inglesa con Una mujer fantástica, Sebastián Lelio regresa a la gran pantalla de la mano de dos de las Rachel más conocidas de Hollywood. Rachel Weisz y Rachel McAdams protagonizan su nuevo film, una adaptación de la novela The Power de Naomi Alderman. El título de la cinta, Disobedience, ya es toda una declaración de intenciones ante lo que está por venir: Ronit (Weisz), una joven que abandonó la comunidad judía en la que fue criada para vivir en Nueva York, regresa a sus orígenes tras la muerte de su padre, el rabino de dicha comunidad. Allí se encuentra con dos de las personas más importantes de su vida adolescente: su mejor amigo, Dovid (Alessandro Nivola), y la mujer con la que conoció el amor por primera vez, Esti (McAdams), quien dejó atrás su pasado y se casó con Dovid en busca de descanso mental y aceptación por parte de la comunidad judía.

Disobedience tiene un punto de partida enormemente atractivo que nos demuestra que no hay que ir más que un par de bloques más allá, para encontrar rastros de comunidades donde la ética y la moral socialmente impuestas engullen a la propia personalidad del individuo. Lelio sabe cómo acercarnos a las dos protagonistas, sabe cómo hacernos empatizar con ellas y sabe que su propuesta inicial tiene un encanto especial y dos actrices potentísimas.

Sin embargo, la narración del chileno se desarrolla de una manera un tanto atragantada, demasiado fragmentada, repetitiva. Se atisba una cierta falta de riesgo por parte del director, que hace que de la pantalla no se desprenda todo lo que debería y que de alguna manera se nos aleje de la historia. Sin quererlo, Lelio levanta un muro en entre sus dos mujeres y el patio de butacas y, lo que podría haber sido un poderosísimo libro testamentario y referencial de la temática LGTB, acaba siendo un drama un tanto seco y en su tramo final bastante edulcorado, carente en parte de ese sentimiento tan único que ya vimos en anteriores trabajos del director como la ya mencionada Una mujer fantástica.

En ella, Lelio nos mostraba con una delicadeza inusual, la cara más amarga de las realidades del colectivo LGTB a través de los ojos de Marina, una mujer transexual que tiene que lidiar a diario con las faltas de respecto, vejaciones e insultos por parte de una comunidad absolutamente arcaica. En su nueva cinta, Lelio intenta incomodarnos con escenas fuera de tono, que lejos de ser aquella escena discotequera maravillosa de Una mujer fantástica, resultan un tanto escalofriantes por su grado desproporcionado de torpeza: hablamos, por ejemplo, de un encuentro sexual tan necesario como enrarecido y excéntrico, que nos saca totalmente de la película. O quizá de un primer-segundo beso entre las protagonistas demasiado impostado.

No hay duda de que hay un alma y una intención en Disobedience. No hay duda de que Lelio sigue teniendo claro su objeto de estudio, y es que el chileno parece tener una especial fijación por enseñarnos el entorno en el que vivimos, un entorno que es para él el reflejo vivo de la encarcelación sentimental. En Chile o en Londres, cualquier lugar es válido para demostrar que nuestra sociedad no es lo que aparenta ser. La comprometida mirada de Lelio hacia el amor, la fe, la sexualidad y la libertad emocional es ya una realidad que parece que el director no tiene intención de abandonar, al menos a corto plazo.

1 comentario

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  3. alex says

    Comprendo eso pero él problema es que las malas críticas así evitan que la gente vaya al cine,al menos podría ser más neutral comprendo que las críticas son subjetivas pero en éste caso podría ser algo más positivo o al menos no compararla tanto con una mujer fantástica, si lo sé, es algo inevitable teniendo un Oscar encima pero «Disobedience» es una historia muy complica y polémica de llevar a una producción ,podía haber sido realmente un desastre en manos de otro o haber sido destruida como Mother de Jennifer Lawrence ,toca temas religiosos y siempre es mal visto para agregar que son judíos y en él mundo hay mucho antisemitismo y ya de por si eso da un mal aspecto. Mi punto es que creo que las altas y excesivas expectativas por esta película están haciendo que la comiencen a tratar un poco mal y me parece algo de mal gusto, sabiendo el esfuerzo de Weisz y luego el tema polémico de esta historia. También comprendo que puede que final haya molestado pero él libro tiene un pésimo final ,aquí puede que sea mejor,, viéndolo de ese punto de vista por lo menos ,me parece ,no es tan espantoso como él libro.

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  4. Beatriz Muyo says

    Hola Alex. Siento que la crítica no te haya emocionado. Comprenderás que, como crítica , es totalmente subjetiva, personal y lo suficientemente argumentada como para que sea válida. No todos compartimos tu visión de la película, ni mucho menos. Por otra parte te diré que es inevitable comparar esta obra de Lelio con su anterior película: no solamente por la evidente temática de la película sino por las variaciones en cuanto a la dirección, a mi juicio a peor. Es obvio (y lo apunto al final) que la película tiene muchos valores respetables y admirables. Sin embargo, y por desgracia, esto no termina de conseguir levantarme la película. ¿Será que teníamos muchas expectativas? Pues no lo sé. Personalmente creo que influyen más los saltos de tono más que evidentes en una película que empieza fenomenal y acaba teniendo tres finales… esto no es más que una muestra de la falta de riesgo por parte de Lelio. Creo que podría haber hecho algo grandioso y que se queda en agua de borrajas. No me parece una mala película, pero me parece insuficiente. La diversidad lo es todo, así que no te enfades que por aquí seguiremos amando a Lelio y somos bien conscientes de que Rachel Weisz hizo grandísimos esfuerzos por llevar esta adaptación al cine. Un saludo.

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  5. Alex says

    Quisiera saber y realmente siento curiosidad saber qué pasa con la proyección de España de esta película, porque he leído comentarios de gente de USA,Australia,México ,Argentina ,etc que ha visto «Disobedience» y dicen que es realmente hermosa y emotiva, pero curiosamente ahora solo leo comentarios negativos o secos de los españoles? Será que ustedes tenían las expectativas hasta los cielos o que? La verdad me decepciona y pone mal mucho leer comentarios tan cortantes por parte de ustedes(dandole pésima publicidad a la película para colmo y así la gente no ira a verla al cine ) Dejen de compararla con una mujer fantástica! Esta es una adaptación de libro nada fácil de haber llevado a una producción cinematográfica porque hasta el libro trajo polémica ,me tienen cansada con sus comparaciones a mujer fantástica que justa por esa razón debe ser que no le dan crítica neutra a Disobedience! Bello por parte de ustedes tanto apoyan lo lgtb y le tiran hasta lo más bajo a esta película la cual Rachel Weisz hizo lo imposible por llevarla al cine y poder representar esta comunidad y vienen los españoles los supuestos apoya al 100 el cine lgtb y sacan cada crítica espantosa de esta película comparándola con otras, súper triste. Al menos sean neutros ,no la destruyan así …

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