«Necesitaba hacer un álbum que me sacara de mi caos y mis inseguridades, uno que con suerte también ayudaría a otras personas con sus problemas, porque en eso consiste la música.«

 

Autora de uno de los mejores discos de 2015, Natalie Prass regresa con nuevo trabajo. Con su debut homónimo, nos mostró la belleza de sus melodías, llenas de sabor a rythm & blues clásico, arreglos luminosos y preciosistas y letras hiperrománticas.

Las canciones de esta oriunda de Cleveland, que creció en Virginia y vivió también en Boston y Nashville, suenan atemporales y clásicas. Natalie Prass, sensual e inocente, dulce y amarga, te cala poco a poco. No hay duda de que esta joven cantautora ha sido y es una auténtica revelación. La sensibilidad que proporciona su voz es el claro ejemplo de que no hace falta ser un portento vocal para llegar al corazón. Es el perfecto ejemplo de que una balada puede ser más intensa cuando contienes la emoción y las lágrimas que cuando gritas tu dolor.

Temas donde la fragilidad se instala tímidamente. Una fragilidad nacida de una ruptura sentimental y que se ha convertido en un tema recurrente en los textos de sus canciones. Letras poéticas adornadas con una voz delicada y nítida, que nos recuerda por momentos a Carole King o a Dionne Warwick.

El pasado 1 de junio llegó a las tiendas y plataformas streaming su segundo trabajo bajo el título The Future and the Past, editado a través de ATO Records. Un disco que cuenta con doce temas que oscilan entre el soul, el pop o el country tradicional, empapados de un dolor subterráneo y del sonido de la dulce voz de Prass. Producido por su colega de juventud Matthew E. White, el disco nos regala cortes bellísimos como Sisters, que no es sólo una maravilla sonora, lleno de elegancia y sonoridades neo soul, sino toda una declaración de intenciones y un himno feminista.

Short Court Style ha sido el primer adelanto del que hemos podido disfrutar y contiene toda la sutileza que se espera de ella. Presente su dulce y expresiva voz, la producción y los arreglos son exquisitos. El tema presenta un ritmo y un estribillo irresistible, acompañado de palmas y campanillas. Sin duda, uno de los mejores cortes de este nuevo disco.

Ahondando nuevamente en su dolor Lost, deja claro que el amor quizás no es suficiente para salvar una relación. Un tema donde vuelve a notarse la mano de Matthew E. White, con melodías muy elaboradas, arreglos de cuerda y viento, artesanía musical fabricada con arpas y violines y sobre todo con mucha calma, mimo y amor durante todo el proceso.

“Lost trata sobre el momento en el que te impones y pones fin a una relación cuando ya has tenido suficiente. Es un viaje en el que te sumerges en la energía de otra persona, la buena y  la mala, para finalmente comprender que la otra persona solo quiere hacerte daño y no va a quererte.”

Natalie Prass ha creado una joya atemporal. Un disco impecable, lleno de matices y sentimientos. Uno de esos discos que comienzas a escuchar como quien no quiere la cosa y que te acaban atrapando en una especie de bucle infinito. Un regreso el suyo, grande. Un premio al talento, al esfuerzo, a la perseverancia y a la fe en su trabajo sin límites. Un regalo para los que amamos la música y uno de los discos más hermosos en lo que llevamos de año.

¡Larga vida al desamor!

 

Playlist de The future and the past de Natalie Prass

–Oh my

-Short court style

-Interlude: Your fire

-The fire

-Hot for the mountain

-Lost

-Sisters

-Never too late

-Ship go down

-Nothing to say

-Far from you

-Ain’t nobody