Creo que la primera vez que consideré seriamente el talento de Bastille (BΔSTILLE para los amigos) fue al escuchar Of the night, una versión galáctica de The Rythm of the Night de Corona y Rythm is a Dancer de Snap!. Confieso que me encantan los covers y Bastille es una de esas bandas capaz de hacer justicia –e, incluso, mejorar- las canciones que versiona.
Sea como sea, antes de Of the night, que plagó las emisoras de radio mundiales en 2013, Bastille destacó por otros éxitos. Hay que retroceder hasta 2010 para conocer los inicios de la banda británica, que en un principio nació como un proyecto personal de su vocalista, Dan Smith. No obstante, finalmente el cuartero fue completado por Will Farquarson al bajo y guitarra acústica, Chris ‘Woody’ Wood a la percusión y Kyle Simmons al teclado.
Como curiosidad, el nombre del grupo hace referencia a la toma de la Bastilla durante la Revolución Francesa, cuya fecha, 14 de julio, coincide con el cumpleaños de Dan Smith. Pero… ¿cómo logró este joven grupo hacerse un hueco en el panorama musical?
El sonido de las profundidades
Definir la música de Bastille es complicado, pero a modo personal la identifico con un océano muy profundo. Sus canciones son como aguas inmensas a kilómetros de la superficie en las que resulta muy sencillo sumergirse y dejarse llevar. Sonidos suaves y personales, melodías que te acompañan sin que te des cuenta, un pequeño remanso de paz en el que perderse.
Los inicios de Bastille estuvieron marcados por Flaws e Icarus, sus primeros sencillos impulsados por el sello londinense independiente Young & Lost Club. Ese mismo año, 2011, también recibió su EP Laura Palmer, que tuvo muy buena acogida en comunidades de Youtube y MySpace, espacios que también han visto nacer a otras bandas influyentes como Arctic Monkeys.
Una vez que firmaron con Virgin Records, en 2013 llegó al mercado el primer álbum de Bastille, Bad Blood, un triunfo comercial gracias al cual la banda pudo participar en diversos festivales indies, hacer su propio tour y acompañas como teloneros a Muse en su gira The 2nd Law Tour.
El resto, ya es historia. Pompeii, Things we lost in the fire y Oblivion fueron algunos de los temas con los que Bastille conquistó al público y a la crítica, que les hizo merecedores del Premio Brit al Mejor Nuevo Artista Británico. Su discografía se completa con Wild World (2016), su segundo disco de estudio, y con la espera de su tercer LP Doom Days, que previsiblemente se lanzará esta primavera.
Habrá que esperar para conocer todas las sorpresas del nuevo disco mientras los recibimos en España el 27 (Sala Razzmatazz, Barcelona) y el 28 de febrero (Palacio de Vistalegre, Madrid), fechas para las que aún quedan entradas en Livenation. Y, por supuesto, escuchando –o sumergiéndonos– tanto en sus temas más populares como en algunas joyas ocultas como su homenaje a Green Day. ¡Suerte en la inmersión!
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