The Bisexual es una serie de espíritu indie donde las haya. La serie sigue a Leila, una mujer americano-iraní en Londres, que tras diez años con Sadie, su novia, rompe con ella cuando esta le pide matrimonio en la oficina que ambas comparten. Se muda a casa de un escritor con un único libro publicado hace quince años y en su nueva encontrada soltería, empieza a explorar algo que siempre ha sospechado pero siempre ha reprimido: su bisexualidad.
El espíritu de la serie es la protagonista Desiree Akhavan, directora y guionistas de todos los episodios junto a Cecilia Frugiuele. Ya apareció anteriormente en Girls y en 2018 ganó el máximo premio de Sundance con The misseducation of Cameron Post. Akhavan se identifica como bisexual, y aunque no es un trabajo autobiográfico, se nota que sabe de lo que habla. Las preocupaciones de su protagonista, su rechazo inicial a la palabra “bisexual” y los pequeños monólogos que da en cada capítulo denotan una sensibilidad muy afinada con el meollo de la serie. No es la primera serie sobre la bisexualidad, pero sí es la que mejor ha tratado el tema y lo ha centrado desde un ángulo muy poco visto y muy válido: cuando gran parte de tu identidad descansa sobre tu sexualidad no-normativa, ¿cómo encajas de vuelta a un mundo heterosexual al que ni siquiera acabas de pertenecer?
Sin embargo, los problemas que atraviesa Leila no son solo de identidad sexual, y la serie te lo deja ver. Las dificultades de su protagonista tienen muchas capas: evidentemente, la serie se centra su sexualidad, pero lo que parecía tan simple (“Ahora soy bisexual, tengo que salir del armario otra vez») se revela como un problema con muchas facetas. Leila está explorando la soltería después de diez años en una relación, los límites y permisividades en su relación con su ex y navegando las interacciones sociales en un nuevo grupo de amigos y con el círculo que compartía con su ex, además de una zozobra vital sin mucha dirección.
A Desiree Akhavan la han llamado muchas veces la nueva Lena Dunhan y es fácil ver por qué: las series pertenecen al mismo tipo de comedia que no hace gracia, en la que no te ries tanto como te compadeces de los protagonistas. Además, ambas se apoyan en el mismo tipo de cinematografía costumbrista para construir sus relatos: planos largos, conversaciones aparentemente intrascendentes, gente con vidas tan cool como su vestuario. The Bisexual pertenece a una raza de series que tratan una temática concreta de actualidad: sigue la estela de Atlanta, hablando de raza o Fleabag acerca de la soledad y la familia.
No es la única influencia en el trabajo de Akhavan. Series más alejadas como Broad City vierten parte de esa vis cómica y honestidad al hablar de las relaciones. Por otro lado, personalmente me ha recordado a la estructura de One Day At A Time, aunque no creo que fuera intencionada. De la misma manera que la comedia de Netflix en cada capítulo elige un tema y lo explora, con los personajes dando monólogos sobre ello, en The Bisexual Leila habla en cada capítulo sobre un aspecto de la bisexualidad, desde la monogamia a la experiencia, a veces más acertadamente que otras, pero siempre con una vulnerabilidad y una sinceridad que tocará de cerca a muchos.
Para quitarlo de en medio: no, no hay tríos en esta serie sobre la bisexualidad. en las historias que tratan las relaciones entre mujeres, un equipo técnico y artístico normalmente con maypría masculina, intenta trasladar a la pantalla algo impregnado de una mirada demasiado voyerística. Las escenas de sexo son muchas, rozando el soft-core, y siempre se baraja la escena del trío, porque, claro, estamos hablando de la bisexualidad.
Sin embargo, eso no interesa a The Bisexual. Las relaciones sexuales (muchas) no son rodadas para ser consumidas sino experimentadas. No hay planos larguísimos de mujeres entrelazándose como en el porno. Y se agradece, además del uso de las terminologías correctas. Es de sobra conocido el cliché de que en otras series los personajes bisexuales no quieren “ponerse etiquetas” o simplemente pasan de gay a hetero o viceversa. Esta serie lleva la identificación hasta el extremo, poniéndolo en el título.
Algo que denota muy bien la intimidad con la que cuentan las creadoras con el tema es también uno de los principales conflictos de Leila: sus relaciones invisibilizan a una parte de sí misma y no hay manera elegante de sortear ese problema. Leila ha pasado gran parte de su vida “reprimiendo” su bisexualidad e intentando encajar en el mundo lésbico en el que se siente cómoda y al que pertenece por filiación social.
La serie peca en esos momentos de brocha gorda a la hora de pintar la relación entre la homosexualidad y la bisexualidad. El auto odio de Leila es muy intenso sin verdadera necesidad y la confusión de sus amigas homosexuales es exagerada en un primer momento. Hay atenuantes, sí, pero hay que prestar atención para verlos, de otra manera simplemente se están reproduciendo clichés.
The Bisexual es una gran serie que revela una parte íntima de una comunidad muy pocas veces expuesta. La autora no se preocupa por sus audiencias que puedan no tener contexto de la serie o de los temas que trata. Las amigas de Leila, el escritor frustrado, la hija de inmigrantes,… Hasta los secundarios están bien construidos, permitiéndonos un descanso de la a veces agobiante Leila. Todos están representados, todos están bien hechos. Y Leila será uno de los referentes de personajes bisexuales bien construidos en la televisión.
The Bisexual es una coproducción de Hulu y Channel 4, disponible desde el pasado 15 de marzo en Filmin.