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7 temas de interés social en la temporada 9 de ‘Shameless’

¿Quién no se siente una Gallagher más viendo Shameless? Si aún no has tenido el placer de visionarla, te invitamos a que descubras los surbubios de Chicago de la mano de la familia menos cuerda, disfuncional y más adictiva. Se trata de una de las comedias más divertidas de Showtime desde 2011 (basada en la serie homónima de Reino Unido) que esta vez, una más, nos ha traído una novena temporada cargada de contenido de denuncia. Y, además, con dos episodios extra a lo que nos tienen acostumbrados. ¿Listos? ¡Vamos a ello!

A partir de aquí verás ¡SPOILERS!

Feminismo

El tema del feminismo ha estado presente en las últimas temporadas con V y Debbie, aunque no tanto como en esta.

Por una parte, vemos a una Debbie que ama el mundo de la soldadura. Trabaja en un mundo de hombres, en el que intentará proclamar la igualdad. Lo hará, sobre todo, en temas de brecha salarial, hasta el punto de usar pañales para no ir al baño y que así le paguen igual que al resto de sus compañeros.

También vemos el famoso “mi cuerpo, mis normas” en la figura de Tami cuando esta se entera que está embarazada de Lip y le repite constantemente “It’s my baby”, dejándole claro que opinión no cuenta respecto a tener el bebé o abortar.

Y la tercera viene con nuestros favoritísimos Kev y V en el Alibi. Kevin se da cuenta que su bar está plagado de posibles violadores por un artículo en un periódico. Como cada vez que se le mete algo entre ceja y ceja, se obsesiona con la idea de no aparecer en ese top y mucho menos en el primer puesto. Así, convierte el bar en una “zona segura para vaginas”.

Adulterio

Un tema que no pasa de moda y que en las series estadounidenses es tan usual como cualquier otro: el adulterio. Lo vemos en Shameless como ‘cuernos por aburrimiento’ y ‘cuernos como refugio’.

Y como si Frank no tuviera ya anécdotas que dejar en la serie, esta vez se le ocurre meter en un colegio privado a Liam, y gratis, aprovechándose de su color de piel (ambos, ya que a ese tipo de colegios les viene de perlas ‘tener un negro en clase’). De paso, también aprovecha y mantiene sexo con gran parte de las madres, las cuales lo ven ‘muy varonil y campestre’. Pronto, se darán cuenta que todos tienen ETS, incluidos sus respectivos maridos. Cosa que le acabarán agradeciendo.

Por otra parte, nuestra Fiona creerá estar viviendo la relación menos tóxica de su vida, hasta que se encuentre de bruces con la doble vida de Ford.

Xenofobia

Liam y Santiago, los pequeños más astutos de la serie, serán objeto de xenofobia.

En esta temporada vemos a un Liam crecido, cada vez más maduro y perspicaz. Pronto hace migas con Santiago, el chico hispano adoptado por los Ball, y en una escena ambos intentan ganar dinero. Ilustran así lo que Trump intenta hacer desde que empezó su mandato: crean una especie de muro con ladrillos que le prohíbe el paso a Santiago. Cada ladrillo cuesta un dólar. La sociedad estadounidense lo felicita e incluso aporta a su construcción.

En su búsqueda de trabajo, Liam vende limonada en el típico puesto americano. Pero la dueña de la casa de detrás intenta ‘cerrarle el chiringuito’, incluso llama a la policía. Así, la Fiona más valiente (y borracha) la destapa delante de todos como racista, como podéis ver en el vídeo que incluimos más arriba.

El sueño americano

Fiona cree poder cumplir el sueño americano influenciada por empresarios de éxito y se hace empresaria. Por primera vez, está total y completamente a gusto, es independiente. Pero pronto se ve inmersa en el estallido de la burbuja inmobiliaria y su vida da un giro bestial.

Alcoholismo

Al verse arruinada, engañada por Ford y con los sueños rotos, la matriarca de la familia se convierte en la tercera integrante Gallagher en caer en el alcoholismo como vía de escape. Mientras tanto, gozaremos de la figura de Debbie como nueva Fiona. No será hasta el final de la temporada cuando veamos una Fiona hecha a sí misma, la cual sí cogerá esta vez el tren (que tantas veces ha intentado coger por amor y no lo ha hecho) a la felicidad.

No podemos irnos de aquí sin mencionar los Hobo Loco, una competición inventada por hipsters para hipsters, justificada en demostrar quién es el vagabundo número 1, a base de denigrar constantemente a los participantes y grabarlo todo para las redes sociales. Todo ello envuelto en la tolerancia absoluta al alcohol más duro jamás creado.

El peso de la familia

Se nos presenta un Lip que sigue luchando contra la bebida, ya padrino, y con un instinto biológico desmesurado: sí al hijo que espera Tami y sí a cuidar de Xan como si fuera suya. Intenta dar toda la protección que él nunca tuvo. Finalmente, veremos cómo una vez más, «la esperanza» de los Gallagher se ve perjudicado en su futuro por el egoísmo de sus hermanos.

La representación LGTBI

Y si por algo se caracteriza Shameless, algo de lo que muchos deberían tomar nota, es por tratar la sexualidad de los personajes con absoluta naturalidad. Somos partícipes de una Debbie segura de sí misma, que ya no está confundida sobre su sexualidad y la explora en el triángulo amoroso con su propio hermano y su novia de West Point.

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