Admiradoras confesas de su personalísimo sonido, hoy de nuevo nos acercamos a este trio vigués, el cual se ha embarcado en una nueva aventura musical. Siempre hemos sabido que son grandes, muy, muy grandes. Ahora son muchos más lo que también lo saben.
Instrumentos e ilusión en mano, los chicos de Linda Guilala han cruzado la frontera. Era inevitable. Están en un momento inmejorable y lo saben. Llenos de creatividad y en plena madurez de su sonido, su crecimiento es una realidad que se torna imparable. Si hace unos meses os hablábamos de su trabajo Primavera Negra, hoy queremos destacar la repercusión internacional que últimamente están teniendo.
Su último disco, Psiconáutica, tuvo un importante eco convirtiendo su escucha en un viaje eléctrico y alucinógeno, lleno de nuevos terrenos por explorar. Inmersos ahora por completo en el proceso creativo, Linda Guilala nos presentan una nueva colección de singles. Se trata de una serie de temas exclusivos de edición limitada, editados en sellos de Inglaterra, Alemania y Estados Unidos. ¿El primero de ellos? Estado Natural, cuyo lanzamiento fue el pasado día 10 de abril bajo el sello británico de Sonic Cathedral.
Con un precioso diseño en su portada y un vinilo de color rojo, el disco contiene dos magníficas canciones: Estado Natural en la cara A y Espacio De Tiempo en la B. Dos temas que os invitamos a paladear lentamente y en donde se rastrean influencias de algunos de sus referentes musicales. My Bloody Valentine, Spiritualized o Los Planetas y sobre y por encima de todo ello, su sello personal.
Melodías que navegan entre capas yuxtapuestas de feedback, unidas a hipnóticos y sugerentes estribillos. Sonidos que nos llevan irremediablemente a sumergirnos en su onírico universo. Un universo de millones de colores y matices, que se amalgaman en una conexión total para construir así el sonido perfecto.
La voz trémula y susurrante de Eva, nos bombardea con mensajes enigmáticos e inquietantes, en una psicodelia al ralentí que sirve de purga a heridas miedos y fobias. Guitarra sucia y potente batería mezcladas con white noise ochentero, para simplemente contarnos a través de la música lo que de otro modo no podrían o no conseguirían decir.
Oporto, Londres, Manchester, Cardiff y Norwich han sido las ciudades elegidas para esta primera minigira. Tras el éxito cosechado en cada una de ellas, disfrutan ahora de un momento de esplendor. Aunque lo mejor es que tenemos la sensación de que esto no ha hecho más que empezar.
Mientras esperamos sus nuevos temas, os invitamos a disfrutar de este último trabajo. Un laberinto sintético de emociones y sonidos del que deseamos no salir jamás.