Hay series con las que adentrarse, series que paralizan los sentidos, series para encontrarse a uno mismo y series que, simplemente, estás deseando que lleguen. Eso es lo que sucede con Riverdale, que desde la primera temporada consiguió que esperara con ansia cada jueves para ver el nuevo capítulo.
El secreto del éxito de Riverdale no es tan secreto. No es de extrañar que resulte adictiva una deliciosa mezcla de ‘culebrón’ adolescente –con sus correspondientes romances de instituto, peleas de animadoras y quarterbacks y pomposos bailes de fin de curso- y de sucesos misteriosos –desapariciones, muertes inesperadas, juegos de rol y hasta asesinos en serie-.
Todo ello por no hablar de las continuas referencias de la serie a la cultura pop y a míticos títulos del cine como películas slasher como Sé lo que hicisteis el último verano o Pesadilla en Elm Street, clásicos de terror como Carrie, musicales como Heathers y clásicos ochenteros como El club de los cinco.
Por todo esto, la serie ha sido renovada por una cuarta temporada (¡bien!), pero mientras esperamos tras el impactante final que nos dejó la tercera vamos a tener más de una sorpresa…
¿De dónde viene Riverdale?
Si la novia de América podría ser Madonna o Britney Spears, el novio es Archie Andrews. El pelirrojo más famoso de Riverdale fue creado en 1941, año en el que comenzó la fiebre por los cómics de Archie, de la editorial Archie Comics.
Esta franquicia comenzó a lanzar números sobre las aventuras de Archie y sus amigos (Jughead, Betty y Verónica) que rápidamente conquistaron al público americano. A diferencia de la serie, los cómics no estaban dirigidos al público adolescente, sino que eran más bien infantiles. Fue mucho después cuando adquirieron otro enfoque más cercano al de la serie donde sí tenían cabida los escarceos amorosos y temas más trascendentales para los adolescentes.

Archie, la joya de la corona de Archie Comics.
Los demás planetas del universo Riverdale
No obstante, este universo va más allá de las peripecias de Archie, Betty, Verónica y Jughead. De hecho, hay todo un entramado de historias, crossovers y lecturas alternativas.
Ese es el caso de Sabrina, la entrañable brujita que conocimos en la simpática serie de los 90 y que ahora ha reaparecido en una versión más cercana a los cómics originales –más poderosa, más atrevida, más oscura-. Si aún no la habéis visto en acción en The Chilling Adventures of Sabrina en Netflix, ya estáis tardando.
Dentro del propio pueblo de Riverdale hubo un personaje que logró destacar de forma especial: Josie McCoy. La amiga de Archie y compañía tenía un grupo musical, las Pussycats, con las que vivió muchas aventuras en sus propios números de cómic. Todo por no hablar de su presencia en los números musicales de la serie animada de Archie.
De hecho, Josie va aún más allá no solo en el cómic, sino también en pantalla. Y es que será una de las protagonistas de Katy Keene, el nuevo producto televisivo de The CW en el que comparte pantalla con Lucy Hale (Pequeñas mentirosas).
La serie, que se estrenará en otoño, seguirá de cerca a Katy, Josie y sus amigas mientras luchan por perseguir sus sueños en la ciudad que nunca duerme, Nueva York. Mientras que Katy ama la moda, Josie continuará su pasión por la música, habiendo también espacio para el amor y más sorpresas.
Pero este no es el único as en la manga de The CW. Los fans de Riverdale conocen bien la pasión de Betty Cooper por el periodismo de investigación, una pasión que debe en parte a haber leído desde niña los libros de Nancy Drew.
Lo curioso es que estas novelas son reales y, escritas por Edward Stratemeyer, gozaron de gran popularidad en los años 30. Ahora también van a tener su serie, protagonizada por Kennedy McMann, que interpreta a una Nancy cuya vida cambia radicalmente cuando se convierte en sospechosa de un asesinato.
Estas nuevas piezas venideras son la clara prueba de que el puzzle del universo Riverdale no ha hecho más que empezar a construirse. Todas estas conexiones, tramas, historias y complementos alimental el hype del espectador como lo hace la franquicia Los Vengadores con sus seguidores. Pero, esta vez, nuestros vengadores son adolescentes curiosos, carismáticos, enamoradizos y soñadores. Somos nosotros mismos unos pocos años atrás.
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