El evento más indie de la ciudad ha vuelto a arrasar la costa del sol con su segunda edición. Ni el mal tiempo ha querido detener las ganas de pasarlo bien de miles de festivaleros que acudieron este fin de semana al Oh, See! Festival. El Auditorio Municipal de Málaga acogió el entusiasmo de un público entregado y dispuesto a disfrutar dos jornadas repletas de buena música y diversión bajo el sol malagueño.
Dieciséis artistas pasaron por la ciudad durante el 13 y 14 de septiembre para ayudarnos a despedir el verano por la puerta grande. Asistentes de todas las edades disfrutaron del “buen rollismo” que reinó en el festival.
Las Chillers fueron las encargadas de estrenar el escenario del viernes. Revolucionarias y marchosas, estas seis chicas pusieron el auditorio “patas arriba” con sus covers de las canciones más míticas de nuestra música, su versión indie de Como yo te amo hizo vibrar a los primeros asistentes del festival. Rocío Saiz, cantante de la banda, no dudó en saltar a la pista junto a su público y dejarse la piel animando desde primera hora de la tarde.
Quien dijese que la música amansa a las fieras tenía que estar pensando en Nina de Juan, cantante del grupo Morgan. Entre el tumulto de gente y bailes, su voz angelical apareció para robar todo el protagonismo. Los chicos de Morgan nos deleitaron con su fusión de rock y soul con Nina entonando sus baladas más íntimas mientras el sol se iba poniendo. Pero la melancolía de sus canciones no menguó ni por un segundo la euforia de los festivaleros que, fielmente, acompañaron a la banda en su recorrido por Air, su último trabajo.
Se hizo la noche y les llegó el turno a Despistaos. Seis años después del parón indefinido que mantuvo a la banda en standby, los de Guadalajara volvieron con su nuevo LP bajo el brazo. El ambiente empezaba a caldearse al son de un repertorio de canciones que repasaba desde los inicios de la banda, hasta los temas recién salidos del estudio. El público, que desde el primer momento sucumbió al rock de los Despistaos, enloqueció con el primer acorde de Cada dos minutos. Sus temazos “revival” fueron el broche de oro para su actuación, ni un alma podía resistirse a dejarse la garganta cantando Física o química.
La temperatura alcanzó su máxima a las diez de la noche, era el momento de que C. Tangana se subiera a las tablas. El madrileño volvía a pisar escenarios malagueños y hasta el más indie no pudo evitar rendirse ante las vibraciones más urbanas de todo el festival. Puchito, que no dejó de bailar e interactuar con su público, eligió un setlist formado por sus temas más populares y pegadizos.
Después de una buena sesión de baile, volvimos a ponernos un poco melancólicos. Esta vez fueron los chicos de Sidecars los que amenizaron la velada con su energía y el ambiente intimista de sus letras. La calidez vocal de Juancho Conejo, frontman de la banda, y las melodías pop rock de su último LP, Cuestión de gravedad, crearon una atmósfera de ensueño. El auditorio rugía al son de los madrileños y la fuerza de su directo, pero el punto álgido de la actuación vino de la mano de Fan de ti, el público estalló de emoción con la canción más reconocible del grupo.
Ya tocaba decir adiós a la jornada del viernes, la madrugada se imponía sobre el recinto y la lluvia amenazaba con aguar las últimas horas de festival, pero el ánimo no decaía ni un segundo, los asistentes querían poner la guinda del pastel a una noche mágica y ¿quién mejor para hacerlo que La casa azul?
Si hay algo en lo que los catalanes no fallan es en montar la fiesta más grande de todas. Y es que resultaba imposible no dejarse llevar por sus ritmos disco y funkies, ni parar de cantar sus letras más pegadizas. Todo esto acompañado de un hipnótico juego de luces e imágenes que creaban una experiencia sensorial para el recuerdo. Como siempre, Guille Milkyway cumplió su papel de showman a la perfección e hizo volar al público con su Revolución sexual.
El segundo día de festival dio comienzo con los paisanos Ballena y su fusión poppie. A continuación, le tocó el turno al dúo Delaporte y las ganas de bailar aumentaron, su sonido electropop convirtió el auditorio en una pista de baile para todo aquel que se atreviese dejar que sus pies fluyesen con esta pareja de djs. Después llegaron los malagueños Airbag y su Cementerio Indie, aunque pocos muertos podías encontrar entre el público, brazos al aire y gritos de emoción, la multitud quedó fascinada ante la fuerza arrolladora de la banda.
Son los chicos de moda y han venido para quedarse, los madrileños Carolina Durante pisaron fuerte las tablas desde que salieron al ruedo. Un torbellino de energía desbordó el escenario e infectó a los festivaleros, que se entregaron al 100% cantando cada una de las estrofas de Las Canciones de Juanita, su último trabajo. Agradecidos por el calor del público, la banda se dejó la piel para darnos una de las mejores actuaciones de todo el festival, que, por supuesto, alcanzó el clímax con el momento Cayetano.

Carolina Durante. Foto: Javier Rosa.
Un cohete aterrizó en el Oh, See! a media tarde. Con la intensidad vocal de un huracán, la astronauta Zahara conquistó a un público que solo podía aplaudir ante el talento de una de las voces más delicadas y cálidas del panorama indie español. Ni los fallos de sonido pudieron detener el recital de la jienense, que encontró el equilibrio perfecto entre la intimidad y el jolgorio con su repertorio de canciones. Tan cercana y natural como siempre, Zahara nos sedujo con unos contagiosos pasos de baile y una estupenda puesta en escena. En definitiva, la magia de su directo robó el corazón de todo el auditorio.
La Maravillosa Orquesta del Alcohol despidió el sol a todo volumen. La banda, que se caracteriza por su dinámica y divertida puesta en escena, se dedicó plenamente a animar a los asistentes con la fuerza que emiten sus temas. Con un directo arrollador, la diversión estuvo asegurada. Ya llegada la noche, los más nostálgicos se ponían en pie para ver a 091, los míticos rockeros volvieron al estudio después de 25 años y sus fans malagueños tuvieron el placer de escuchar en primicia lo que les deparará con su nuevo LP, La nueva vida. Los granadinos volvieron a demostrar porque les sienta tan bien estar bajo los focos.
Medianoche, el momento perfecto para servir el plato fuerte del festival. Love of Lesbian pisan el escenario y su público enloquece, los fanáticos de estos John Boy catalanes aplauden y gritan emocionados, nada nuevo para uno de los grupos más prestigiosos del indie español. Durante el concierto, la banda hizo un repaso a lo largo de su discografía, nos hicieron flotar con su querido Poeta Halley y adentrarnos en ese año 1999 que tanto les ha hecho volar.
El maestro de ceremonias, ese profeta de las masas que guía a sus fieles para que sigan el camino, no podía ser otro que el canalla de Santi Balmes. Su magnética voz, sumada a la puesta en escena y el entusiasmo de la propia banda fueron detonantes de los momentos más emotivos del festival: linternas encendidas y a pleno pulmón, sus Incendios de nieve nunca habían puesto más pelos de punta.

Love of Lesbian. Foto: Javier Rosa.
Los encargados de clausurar esta segunda edición del Oh, See! fueron los chicos de Viva Suecia. Algunos tenemos fe es el título de su reciente single, pero durante esa noche no había ni un par de pies que no siguieran religiosamente las hipnóticas canciones de los murcianos, con una intensidad perfecta para rematar esta celebración de la música. Tampoco podemos olvidarnos de Nina Deframe, que estuvo pinchando temazos entre concierto y concierto ambos días. Gracias a ella, la espera se hizo amena y la fiesta no descayó.
Tendremos que esperar hasta septiembre del próximo año para volver a vibrar en la tercera edición del mayor festival de música indie de la ciudad, pero aquí en No Submarines estaremos preparados para informaros sobre todas las buenas nuevas que nos traigan.
¡Me encantó! ¡El próximo nos vemos!
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