No podemos ocultar la desilusión que supuso echar un vistazo a la gira europea de presentación de Ode to Joy, el nuevo disco de Wilco, y comprobar que los de Chicago se habían olvidado de nuestro país. ¿Qué tienen los noruegos para acumular 4 fechas que no tengamos nosotros? Por suerte, a un salto de aerolínea low cost, teníamos varias opciones para no quedarnos con las ganas de catar sus nuevas canciones en vivo y en directo. Así que si Wilco no pensaba ir a la montaña, la montaña iría a Wilco.

Foto: Fabio Izzo – Fabrique Milano
La cita fue en la sala Fabrique en las afueras de Milán. Allí nos esperaban Jeff Tweedy y los suyos con un disco, el primero de la formación desde 2016, del que solo se conocen un par de adelantos cuando escribimos estas líneas. No empezó en alto el concierto, quizás en parte debido a nuestro nivel de excitación. Pero también por algunas deficiencias en el sonido, que fueron desapareciendo según pasaron los primeros minutos.
Unos problemas que no fueron la mejor carta de presentación para las dos primeras canciones, Bright Leaves y Before Us, pertenecientes ambas al aún inédito Ode to Joy. No fueron las únicas canciones que sonaron de su nueva entrega, ya que sonaron 7 de las 11 que lo componen. Pero no sé limitaron a repasar su nuevo trabajo. Las casi dos horas y media de concierto fueron un repaso a su discografía completa. Desde Box Full of Letters de su primer disco AM, que resiste en su repertorio, a canciones de Summerteeth o Being There. Todos sus álbumes tuvieron representación. Incluso una canción que en su día Tweedy firmó en solitario como Laminated Cat. Aunque especial peso tuvieron dos de sus discos más celebrados como son Yankee Hotel Foxtrot y A Ghost is Born.
El concierto fue cogiendo altura con el paso de las canciones. Un primer momento brillante fue Via Chicago, esa canción que permite a Glenn Kotche sacar su lado de heavy metal drummer, que se encadenó en un doble combo de melancolía a How To Fight The Loneliness y que fue rematada por una de las mejores interpretaciones de la noche: Bull Black Nova sonó contundente y precisa y levantó al personal a golpe de guitarra. Son ya 15 años en los que este sexteto permanece inalterable y demuestran su eficacia en la ejecución sin perder frescura ni la capacidad de emocionar.
Wilco supo jugar con los tiempos, haciendo bailar a la sala con Random Name Generator para acto seguido lograr el silencio de los asistentes con Reservations que actuó como alfombra roja para Love is Everywhere (Beware), el primer single de Ode to Joy. Y en ese punto, ya con toda la audiencia rendidos ante ellos, arrancaron los primeros acordes de Impossible Germany.

Foto: Fabio Izzo – Fabrique Milano
No es la única canción donde brilla, pero el solo de guitarra de Nels Cline en esta canción, bien vale pagar una entrada. Y el público de Milán así se lo reconoció, con una larguísima ovación que terminó literalmente con Jeff Tweedy quitándose el sombrero ante su compañero. Nels Cline es el verso libre de Wilco, capaz de vestir sus canciones y llevarlas a otro lugar, armado con un arsenal de guitarras, que tanto él como Tweedy cambiaban canción a canción. No me gustaría tener la responsabilidad de esos backliners para tener a punto todo.
Ya en la recta final del show se sucedieron los clásicos. Desde la perenne California Stars con Pat Sansone al banjo, a la coreada Jesus Etc. Y entre tanto hit, se coló Everyone Hides. El recién estrenado single suena a clásico de Wilco desde la primera escucha. Nadie diría que solo lleva un mes en su repertorio porque empasta a la perfección con su colección de canciones. Un par de temas de Yankee Hotel Foxtrot como Heavy Metal Drummer y I’m The Man Who Loves You, pusieron un punto y a parte al concierto, antes del pequeño descanso.

Foto: Fabio Izzo – Fabrique Milano
Tras mantener a la sala Fabrique en una constante ovación, volvieron al escenario para tocar tres canciones más para despedirse. La celebrada Misunderstood y dos temas de A Ghost Is Born, Theologians y The Late Greats pusieron el broche final del concierto, dejando al personal arrancando hojas del calendario, esperando con ansia el 4 de Octubre para tener Ode to Joy en las manos, pero sabiendo que a buen seguro no nos decepcionará.