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Crítica del nuevo EP de (G)I-DLE, ‘I trust’

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Después del aplazamiento de su gira mundial por la pandemia de COVID-19 y cinco meses tras la publicación de su último single, Lion, (G)I-DLE ha realizado su comeback con un nuevo EP titulado I trust. Este tercer miniálbum solo incluye tres canciones nuevas (además de Lion) y la versión en inglés de una de ellas. Sin embargo, puede que sea uno de los proyectos más ambiciosos y valientes de este grupo de k-pop.

A diferencia de otras ocasiones, esta vez Soyeon, líder y rapera del grupo, sí que ha compuesto y producido todos los temas que conforman la playlist con la ayuda de su fiel compañero de aventuras Bick Sancho. La rapera ha explicado en la presentación del EP que, tal y como indica el título, este álbum quería mostrar la importancia de confiar en sí mismas y en seguir su corazón puro, aunque el resto del mundo piense que son demonios (ya explicaremos esto más adelante).

Soyeon, rapera y líder de (G)I-DLE.

Además, ha hecho referencia al anime KonoSuba: God’s Blessing on this Wonderful World! como fuente de inspiración. La saga KonoSuba relata la historia de un chico que, tras su muerte, es transportado a un mundo mágico en el que tendrá que enfrentarse a monstruos de todo tipo.

Por lo tanto, podríamos tomar estas dos referencias totalmente dispares como las dos pistas que nos da Soyeon para inferir que está afrontando una nueva etapa en su vida, dentro de un mundo hasta ahora desconocido para ella, y en el que ha necesitado encontrar la fe en sí misma para salir victoriosa. Veamos si las canciones también lo reflejan.

Empezaremos a comentar la playlist por el single que ya habíamos escuchado y que ocupa el cuarto puesto en este miniálbum, Lion. Esta canción, desde luego, refleja su gran capacidad para relatar historias. Está basada en el concepto de una “lion queen” (reina león), en contraposición al “lion king” (rey león). Por supuesto, parte del juego de palabras tiene que ver con que esta canción se escribiese para la final del concurso Queendom en el que (G)I-DLE consiguió el cuarto puesto, pero es un dato sumamente importante que se describan como leones y no como leonas. En cierto modo, es como si dijeran: “no somos las reinas consortes, somos las reinas, punto”.  

Lion es una declaración de empoderamiento femenino e independencia y va muy acorde con la trayectoria de (G)I-DLE en la industria de la música, ya que han demostrado ser dueñas de su propio destino y estar por encima de aquellos que dudaban de ellas.

Pasamos al title track de este miniálbum, Oh My God, un caramelo de canción que ha hecho que las ventas del minidisco suban como la espuma y el nombre de (G)I-DLE se haya hecho incluso más famoso a nivel mundial. El tema habla de una atracción intensa, un deseo que desemboca en una obsesión casi pecaminosa.

Musicalmente, Oh My God guarda varias similitudes con diferentes canciones del grupo y a la vez, tiene sus propias características, lo cual indica que Soyeon está empezando a dar forma a la esencia musical de (G)I-DLE, dando los últimos matices a un estilo musical que les es único dentro del k-pop.

Para empezar, encontramos un eco a Lion con ese ritmo pausado que da comienzo a la canción y ese tono solemne que aporta el registro grave de la voz de Minnie, acompañado esta vez por el repicar de una campana, llegando hasta los confines del escape acústico. Fue Minnie también, por cierto, la que nos regaló una bella prosa en el teaser del videoclip:

El texto traducido rezaba: “Dios mío, era prisionera de mi razón, quería liberarme a través de la salvación. No Dios, ya no necesito el amor divino porque ya no estoy presa.” Lo cual ya nos adelantaba, desde un primer momento, los motivos religiosos que iban a formar toda la estética de este videoclip: cruces, altares, copas de vino, una manzana y alambre de espino, por no mencionar los outfits angelicales de Shuhua, Yuqi y Miyeon y oscuros de Soojin y Soyeon, dejando a Minnie en un limbo con motivos de ambos lados. Pero por otro lado, este texto también tiene unas profundas implicaciones temáticas que desarrollaremos posteriormente.

A nivel musical, en la siguiente estrofa Soyeon repite el mismo procedimiento que ya realizó con Uh-Oh y Lion al dejar que el piano marque los acordes base de la canción en contrapunto con la melodía principal. Sin embargo, inmediatamente después corta a una sección con melodías de tintes arabescos en sus armonías, como ya hizo en Hann, y que aquí se ve apoyada en una percusión que cabalga a ritmo de reguetón.

Esta sección de puente desemboca en la pieza clave del tema: un estribillo impactante, pero pausado, con disparos como percusión y un simple “Oh My God” en notas sostenidas que eleva el tema a un clímax sutilmente sensual y tremendamente pegadizo, intercalado por las frases “She took me to the sky” y “She showed me all the stars” (Ella me llevó al cielo y Ella me enseñó todas las estrellas).

Shuhua en el videoclip de ‘Oh My God’.

Es este dato y el gran parecido entre las estrofas de Shuhua en Oh My God y Lion lo que nos ayudará a entender cuál es el trasfondo de esta canción. Es importante recordar que Soyeon ha afirmado varias veces que se inspira en el resto de integrantes para escribir y a menudo compone secciones o escribe letras pensando en dicha integrante. Shuhua es la menor del grupo, para Soyeon representa la fuerza que yace en la inocencia, ese corazón puro que mencionaba antes. En la actuación de (G)I-DLE en Queendom, era Shuhua la que inauguraba la actuación siendo coronada como la joven reina, la chica de la que se rieron todos, pero que ahora, tras una ardua batalla, podía reclamar su derecho al trono.

En Oh My God, las letras que hablan de deseo y casi una obsesión se ven relegadas a las demás integrantes, pero Shuhua, con una figura totalmente angelical en el videoclip, habla del fuerte aroma púrpura en el que se envuelve y el amor rojo con el que pinta su cara para finalizar su estrofa con la frase «fall in love» (me enamoro). Es el único momento en la canción en el que se habla de enamoramiento y no solo de deseo.

I trust

Es en ese instante cuando, tras el susurro de Soojin de la frase en latín “ab imo pectore” (con todo mi corazón), Shuhua se transforma en Soyeon. En mi opinión, esto representa el momento de epifanía en el que la protagonista de la canción se da cuenta de que los sentimientos que está experimentando hacia esa mujer que menciona en el estribillo, no son tóxicos (como todos le quieren hacer creer) sino puros y bellos. Aquí de hecho, es cuando vuelven a sonar las campanas y tras una última vuelta del estribillo, la canción termina con la estrofa que entonaba Minnie al principio.

Está claro que las opiniones pueden ser dispares, porque debido a lo tradicional que es la sociedad coreana, pocos idols se atreven a hablar abiertamente de temas LGTBQ+ y oficialmente Soyeon no ha dicho claramente que este sea el tema de la canción. Sin embargo, si se tiene alguna duda, solo hace falta referirse a la versión en inglés de este tema, también presente en este miniálbum.

La traducción es mucho más clara que la versión original y desde luego, mucho más atrevida. Quizás porque (G)I-DLE sabe el apoyo que tiene a nivel internacional, en países en los que puede cantar abiertamente sobre estos temas. En cualquier caso, no es difícil imaginarse a quién se podría considerar “un demonio”, como decía Soyeon en la presentación de este EP, en una sociedad tan tradicional como la coreana.

Pasamos a la segunda canción del miniálbum: Luv U. Este tema comienza con un beat bastante extraordinario, basado en un chasquido de lengua de la propia Soyeon. Esto sí que es una mera especulación por mi parte, pero dado el ambiente algo siniestro del tema y lo mucho que adora la rapera las películas de miedo, una no puede evitar pensar que Soyeon se haya inspirado en el famoso chasquido de lengua de cierta película de terror para crear este beat

Sea como fuere, lo que sí es cierto es que esta es la canción más experimental del disco, y probablemente de su discografía. Todos los proyectos de (G)I-DLE están dotados de hits, pero también de interesantes caras b y con esta han demostrado que su intención no es distanciarse de la extraña originalidad que integran sus canciones, sino abrazarla aún más si cabe.

Este es también el tema del miniálbum que más cimentado está en el rap, con versos de las vocalistas casi hablados y susurrados en vez de cantados y un estribillo protagonizado por un sintetizador con apenas unos ad libs de un par de integrantes del grupo. De hecho, los pequeños puentes melódicos que complementan el tema son las secciones de menos interés de la canción y haber arriesgado más para no recurrir a ellos es lo único que habría hecho de Luv U un tema redondo.

La canción que no tiene ningún pero es Maybe, el hit de dance pop que resulta ser la gema oculta de este EP. Ya sabíamos que (G)I-DLE son más que capaces de crear atmósferas misteriosas y soñadoras con temas como Put It Straight (I made, 2019) o For You (Latata, 2019), pero con Maybe han alcanzado otro nivel. De nuevo, como ya ocurría en Luv U, las vocalistas recurren a su registro más grave, pero aquí también presumen de falsete, dando un contraste más que agradable para el oyente.

A diferencia de lo que pasaba en Luv U, cada sección de este Maybe está bien aprovechado para sumergirnos más en esa atmósfera soñadora aunque algo agridulce, mientras (G)I-DLE expresa sus dudas sobre ese amor que empezó como un deseo imparable en Oh My God y que se cimentó en Luv U, pero que ahora comienza a quebrarse.

La percusión de esta canción demuestra lo flexible y variable que pueden llegar a ser unas simples palmadas tratadas con el sintetizador y la dosis de reverb adecuada. Y esa cadencia hacia el estribillo demuestra una vez más lo importante que es saber dominar los silencios para dar dinamismo y efecto a un beat, sobre todo si se trata de una canción electrónica como esta.

Por su parte, el ataque del sintonizador en el estribillo llega en notas cortas y punzantes y contrasta muy bien con los ad libs suaves y legatos de las vocalistas. Es la forma de Soyeon y Sancho de expresar el reverso agridulce que ha tomado esta relación que hemos ido explorando a lo largo del EP. En definitiva, Maybe es una canción inspirada, fresca y dinámica y no me sorprendería que (G)I-DLE acabara publicando en un futuro cercano un remix para ambientar las discotecas de medio mundo.

En resumen, (G)I-DLE han demostrado con este EP que su apretada agenda no les impide estar en un proceso creativo constante, ya que aunque este miniálbum sea algo escaso en nuevas canciones, hay que recordar que estaba pensado para varios meses después, cuando la gira internacional se hubiera terminado. Y aún así, dadas las circunstancias, (G)I-DLE no ha defraudado, es más, ha rugido con más fuerza que nunca. A nosotros solo nos queda seguir disfrutando de la música que nos sigan entonando estas seis leonas.

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