El 22 de mayo, Agust D (también conocido como Suga de BTS) dejó de jugar al despiste con sus fans y paró la misteriosa cuenta atrás que había iniciado en la cuenta oficial de BTS dos días antes del día D. Así, como si nada, nos revelaba el nombre de su segundo trabajo en solitario, D-2, y lo hacía disponible en todas las plataformas musicales. Se acababa así la larga espera de casi cuatro años para oír lo nuevo de Agust D.
Rapero, productor y compositor del grupo de k-pop BTS, Suga ya dejó anonadados a sus fans en 2016, cuando adoptó el seudónimo de Agust D para lanzar su primer mixtape homónimo. Por aquel entonces, BTS ya despuntaba en el brillante pero despiadado mundo del k-pop y Suga revelaba así un lado de él que solo habíamos podido vislumbrar en escasos temas del grupo como Intro: Nevermind (The Most Beautiful Moment in Life: Pt. 2).
Ese primer disco estaba lleno de hip-hop de la vieja escuela y letras crudas y repletas de palabrotas (algo que no puede incluir en las canciones de BTS) que hablaban de depresión, alcohol y crisis existenciales. Un trabajo que nos abrió una puerta a la psique del que era entonces, sin duda alguna, uno de los miembros más reservados de BTS.

Con D-2, Agust D revela la evolución que ha experimentado tanto a nivel personal, como a nivel profesional en estos casi cuatro años, aunque el comienzo del disco sea algo débil. Moonlight es claramente el tema más plano de la playlist, no por su falta de calidad, sino porque es Agust D haciendo lo que ya sabemos de sobra que sabe hacer.
Beat de hip-hop, trompetas de fondo, letras sobre las luces y las sombras del éxito… Claro que, uno nunca debería bajar la guardia cuando se trata de este artista. Una parte de nosotros piensa que eligió este tema como intro para que nos confiásemos y la siguiente canción fuese un mayor golpe de efecto. Cuando Daechwita empieza a sonar, no hay duda, sabemos que hemos caído de lleno en la trampa.
Daechwita es la música tradicional coreana utilizada como marcha militar y es la base del beat del title track de este disco. El propio Agust D lo define como la música que se toca cuando está presente el rey en un desfile. Muy acorde por tanto a la letra de la canción, en la que el rapero se define como “el rey”, “el jefe”, alguien al que resto de raperos no puede ni tocar.
Pero no es todo petulancia y arrogancia, Daechwita es un testimonio del crecimiento personal de Agust D, sigue confiando en sus habilidades y presumiendo de todos sus logros, pero también nos revela que sabe que debe permanecer humilde si no quiere convertirse en un tirano. El videoclip se centra, de hecho, en este conflicto interno, solo que se relata en forma de drama histórico, con un plebeyo organizando un golpe de estado contra el rey tirano, ambos interpretados por el propio rapero. Probablemente, uno de los videoclips más interesantes que se han lanzado en lo que va de año.
Si nos centramos en la música, percibiremos que Daechwita está plagado de chucherías para el oído. Ya es una revolución en sí mezclar los samples de la música tradicional con percusión propia del trap, mientras Agust D rapea de forma enérgica y casi agresiva en cambios de flow constantes.
Sin embargo, si se presta atención, se podrán descubrir también elementos semiocultos en la pista que hacen la escucha aún más interesante. Como el gong que marca el tiempo a lo largo de todo el tema y que se hará más patente en esa última estrofa de la canción en la que el rapero cambia su tono agresivo por un flow rápido y sinuoso. Un contraste muy efectivo para mantener la atención del oyente y adentrarlo en el final del tema sin que apenas se dé cuenta. Tras terminar Daechwita, no nos cabe duda, Agust D es el maestro del engaño.
A diferencia de Daechwita, What Do You Think? no está pensada para el deleite auditivo, es simplemente un mensaje directo y certero a todos aquellos haters que dicen detestar a Suga en concreto y BTS al completo, pero están tan centrados en esparcir odio sobre ellos, que se olvidan de hacer algo útil con sus vidas. Un tema que ya apareció en la pista de la rap line del grupo UGH! y que muestra, una vez más, lo bien amueblada que tiene la cabeza este artista de 28 años.

Y con BTS tiene que ver también la siguiente canción en la lista, ya que cuenta con la colaboración de su líder, RM. Desde luego, nadie puede negar que saben cómo crear una atmósfera: una misteriosa melodía a piano parece evaporarse poco a poco cuando nos golpea de lleno el beat de Strange. El piano sigue merodeando por el fondo del tema, adoptando la forma de una presencia oscura, mientras la voz editada con autotune de Agust D nos anuncia que todo es polvo y todo es lujuria.
La percusión propia del trap y esa melodía inquietante es lo único que se mantendrá como hilo conductor de esta diatriba de Agust D y RM contra el capitalismo y las restricciones que ejerce el sistema sobre las personas que viven su vida creyéndose dueñas de su destino, aunque ni siquiera ellos, que se encuentran en la cima del mundo, puedan escapar a su control. Este es, por tanto, el tema más político y menos personal del disco y, de gran interés si tenemos en cuenta que ambos son idols y como tal, no deberían mojarse en asuntos de esta índole.
28 es un pequeño y conmovedor tema en el que el rapero cuenta con la colaboración del también rapero NiiHWA. En la letra, Agust D nos intenta transmitir lo que siente ahora que ha alcanzado los 28. El miedo a acercarse a los 30 se hace patente en esta canción, ya que después de pasarse media vida expresando su asqueo con la figura de los adultos, parece que se ha convertido en uno de ellos.
28 es un tema minimalista y una delicia para los oídos a todos los niveles. Una vez más, son los pequeños detalles los que hacen que la pieza brille y, en este caso, llama la atención que toda la línea de percusión (triángulo, chasquidos y sintetizador) esté justo al frente de las capas de sonido, tan cerca que casi los puedes rozar con la punta de los dedos, dejando la percusión propia del trap en un segundo plano.
A nivel estructural, destaca el puente en el que todo se ralentiza por unos segundos y ese sintetizador late como si fuera una manifestación del corazón roto que describe Agust D en la letra, mientras los vocalistas entonan su lamento. Una decisión no muy típica, por cierto, esta de mezclar las voces de los dos vocalistas, pero que empastan casi como estuvieran destinados a hacerlo.
El sonido de un encendedor es lo primero que oímos al empezar Burn It, un tema centrado en la necesidad de quemar el pasado. MAX es la voz que nos anima a verlo todo arder, mientras unas notas solitarias merodean por el fondo del escape acústico. Y de ese mismo fondo se eleva un muro de guitarras eléctricas, sumergiéndonos en lo que parece la banda sonora de una película de superhéroes, concretamente en la escena en la que el villano amenaza con destruir la Tierra. Una atmósfera la mar de interesante y empoderadora de la más extraña de las maneras.
El xilófono es el instrumento protagonista en People, interpretando una melodía melancólica al inicio de la canción que se establecerá como leimotiv a lo largo de todo el tema, pasando a ser sintetizada cuando llega el estribillo en el que Agust D también cuenta con la voz de su mano derecha en el equipo de producción: Adora.
A nivel sonoro, hay algo casi veraniego en esta canción, no de días de fiesta, sino de esos días del final de estación donde ya empieza hacer algo de fresco y los paseos por la playa se ven sorprendidos por nubarrones grises. En la letra, el rapero habla de la relatividad de la vida y la torpeza de los seres humanos al vivirla, “animales de arrepentimiento” nos llama.
Hasta él, que parece tenerlo todo, se da cuenta de que lo que para el resto del mundo es normal, para él es especial (véase, poder darse tranquilamente un paseo por la calle) y lo que es especial para los demás, para él es normal, (véase, gastarse cantidades astronómicas de dinero en una botella de whiskey). ¿Quién dice que una cosa es mejor que la otra? Por otro lado, parece que los adjetivos que han puesto sobre él empiezan a pesarle un poco, al fin y al cabo, es una persona más, buena o mala, eso dependerá de quién juzgue. Y eso nos lleva al siguiente tema.

Con Honsool pasamos de la melancolía a la atmósfera más depresiva y retorcida que hemos oído en tiempo. Una voz grave y distorsionada, samples vocales increíblemente agudos… y Agust D reflejando cómo es su vida cuando llega a casa y bebe para intentar dormir. No es una escucha agradable, pero tampoco pretende serlo. Honsool es una de las pistas más experimentales que hemos oído del rapero. Producida en una noche de insomnio, está claro que el artista solo quería hacer que el oyente consiguiese empatizar con su estado anímico en el momento, y está claro que lo consigue.
Pero tras toda tormenta, llega la calma. Tal vez sea porque no suele hacerlo mucho, pero cuando Agust D canta, algo mágico ocurre e Interlude: Set Me Free es una prueba de ello. Grabada durante el confinamiento, no es difícil deducir de qué trata este tema, pero lo que verdaderamente importa es el escape acústico que crea. Aquí podemos ver la evolución de un Agust D que se centraba casi exclusivamente en el hip-hop de la vieja escuela en su primer mixtape, para regalarnos un tema psicodélico cuatro años después.
El canto de los pajarillos nos traslada a un lugar rebosante de paz y el punteo de esa guitarra distorsionada que guía la canción nos lleva sin duda alguna al sonido de artistas como Massive Attack. Por su parte, esas guitarras eléctricas que parecen levantarse en el fondo acústico enlazan con el sonido de Burn It. Todo dispuesto de tal manera que sea imposible no quedarse embobado escuchando este interludio, que parece increíble, pero al principio iba a ser completamente instrumental.

Y terminamos el mixtape con Dear My Friend. Para hablar de este tema, deberíamos recordar que el piano tiene un significado muy especial para Agust D, fue lo que le hizo encontrar su amor por la música y darle un sentido a su vida. Así que, en cierta medida, cuando oímos ese piano con reverb comenzando el tema, el artista está retrotrayéndonos a ese pasado en el que no tenía nada, solo su pasión por la música.
Es ahí donde comienza su historia: un viejo amigo y el arrepentimiento de no haber podido pararle antes de que cometiera un delito. Si lo hubiera conseguido, habría podido evitar que entrara en la cárcel y que eso le cambiara para siempre. ¿Seguiría siendo su amigo entonces? Teniendo en cuenta el pasado impoluto que deben tener los idols, hay que reconocer la valentía de Agust D para abrirse así sobre esta historia tan delicada.
Respecto a la colaboración de este tema, probablemente guarde un lugar muy especial en el corazón del rapero, ya que se trata de Kim Jong Wan de NELL, uno de sus ídolos. Con la voz raspada del artista, la batería, la guitarra eléctrica y el coro final, el tema se transforma en un himno de rock que bien podría hacer que una multitud moviera los brazos al unísono.
Sin embargo, es la vuelta al piano lo que da ese toque melancólico final que hace a la canción redonda. Este es un tema que bien podríamos oír en la radio de medio mundo, tiene ese estribillo pegadizo y ese toque de los clásicos que nunca mueren. Pero claro, para que eso ocurriese, los locutores tendrían que empezar a buscar buena música más allá de sus fronteras. Una verdadera lástima.
Pingback: Nuestros faros del 2020 | NO SUBMARINES