Coincidiendo con el quinto aniversario de No Submarines, tenemos el cometido de hablar de una serie que haya podido pasar desapercibida en estos últimos 5 años… Pero, ¿cuántas series pueden responder a estos parámetros?
Justamente durante las Television Critics Association (TCA) del verano de 2015, John Landgraf, jefe de programación de FX y nuestro estadista televisivo favorito, habló por primera vez del “Peak TV” para referirse al aumento exponencial de producciones televisivas que se estaban emitiendo en Estados Unidos. Un aumento que, lejos de relajarse (como él apuntaba por aquel entonces), no hizo más que aumentar a lo largo de este lustro.
Así que, la sensación de que esa serie que tanto nos gusta y disfrutamos pueda pasar desapercibida a ojos de los demás está más que justificada: seguro que cada cual tiene la(s) suya(s) propias en mente y todas serían igual de aceptables ante el reto. Con cerca de 500 series en emisión solo en Estados Unidos, como para que no se nos pasen muchas desapercibidas.
Dicho esto, he querido sumarle algo más y hacer algo así como un «medio homenaje» a alguna de las series de las que hablé al aterrizar en No Submarines pero, por el motivo que fuera, no volví a hacerlo o no como mereciera. Insecure ha sido una de ellas; y ahora, pocas semanas después de finalizar su cuarta temporada y celebrando su renovación por una quinta, resulta más que merecido volver a la serie de Issa Rae.
Insecure (HBO – Crítica de la Temporada 4)
La amistad de Issa (Issa Rae) y Molly (Yvonne Orji) ha sido siempre la pieza angular de Insecure y una de sus mejores bazas. Pese a las idas y venidas de ambas, su amistad parecía hecha a prueba de bomba. ¿Quién iba a esperar que lo primero que fuéramos a escuchar de boca de Issa al inicio de la cuarta temporada fuera ese Honestly, I don’t fuck with Molly anymore?
La cuarta temporada se ha presentado así como una exploración de su amistad y, más importante aún, la gran duda de saber si su distanciamiento está en punto de no retorno.
Por un lado hemos tenido ese gran proyecto personal-laboral Block Party de Issa; un proyecto en el que lleva trabajando desde hace tiempo y que, de algún modo, le ha aportado una mayor seguridad en sí misma. Es un proyecto en el que cree (a diferencia de su anterior trabajo en We Got Y’all) y con el que tiene la voluntad de hacer del barrio una comunidad, amortiguando de algún modo los estragos de la gentrificación que sufre Inglewood (como en otras tantas grandes ciudades). Por otra lado, tenemos a Molly dispuesta a luchar por su relación con Andrew (Alexander Hodge) con quien quiere llegar a conectar a nivel emocional, más allá de lo físico, como siempre ha hecho.
Este querer avanzar de ambas en sus respectivas metas fue el gran detonante que hizo saltar por los aires su tocada relación. Y ha sido doloroso de ver, porque no se trata tanto de ser Team Issa o Team Molly: ambas tienen su razón de ser aquí y están en todo su derecho. Sus roles se han modificado y sus anteriores patrones de comportamiento dentro de esta relación de amistad han dejado de funcionar. La cuestión que se plantea ahora es saber si ellas estarán dispuestas a hacer el ejercicio de reexaminar su relación sin que por ello deban hacerse daño la una a la otra.
Por cierto, a modo de curiosidad… antes de escribir este artículo, he vuelto a ver el primer capítulo de Insecure. Y ha sido toda una sorpresa (re)descubrir que el susodicho restaurante favorito de Issa y Molly, el etíope que vemos en la cuarta temporada de la serie, es el mismo restaurante del primer capítulo en el que ambas se citan también para comer. Sinceramente, después de tanto tiempo lo había olvidado y me ha encantado el detalle… aunque sea en retrospectiva.
Señalar también que, más allá de temas como la gentrificación y la comunidad negra de Inglewood, otro detalle recurrente que ha ganado mayor protagonismo esta temporada es el de la salud mental. Si bien es cierto que habíamos visto antes a Molly asistiendo a terapia, la bipolaridad de Nathan (Kendrick Sampson) y la depresión postparto de Tiffany (Amanda Seales) se han sumado este año.
Ya en la tercera temporada sabíamos que algo le había ocurrido a Nathan como para desaparecer de la vida de Issa de la forma que lo hizo, así como en el caso de Tiffany, tras la escapada del grupo a Coachella, llegó a insinuarse que algo podría no ir muy bien tras esa enigmática conversación que tuvo con Issa en el coche, tras el viaje del grupo.
La salud mental ha sido hasta hace bien poco considerada como un tabú y más aún cuando hablamos de la población negra. En el caso de Insecure, no llegará al nivel de crítica de series como Queen Sugar (OWN) de Ava DuVernay, pero la incorporación de esta narrativa a la temporada le ha da un valor añadido de lo más interesante.
Tanto la serie como sus personajes han ido creciendo a lo largo de estos años. Pero además, se nota que el equipo tras Insecure está cada vez más cómodo con el proceso de creativo. Uno de los ejemplos es este juego de la sala de guionistas con “la serie dentro de la serie”.
Ya desde la segunda temporada ha sido un juego recurrente y, en esta ocasión, ha ayudado a reforzar la exploración de ese gran interrogante que era saber qué había ocurrido entre Issa y Molly: Looking for LaToya. Además, este reality-parodia de true crime ha servido también de crítica a cómo las mujeres negras están ausentes de este tipo de lectura. La cantante SZA, quién también ha participado en la BSO de Insecure en varias ocasiones, ha sido la encargada de interpretar a LaToya.
Y hablando de la BSO de Insecure: la relación de Issa Dee con la música parece que está inspirada en el amor que siente por ella la misma Rae. Con la colaboración de Atlantic Records, Issa Rae ha creado Raedio: sello discográfico con el que busca facilitar el trabajo de encontrar nuevos talentos musicales y su posible relación en el audiovisual (en bandas sonoras para la televisión o el cine). Algunos de estos nuevos artistas están presentes en la BSO de esta cuarta temporada de Insecure.
Insecure se ha convertido con el paso de los años y por méritos propios en una de mis series del verano favoritas. Y este año, en uno de mis lugares felices de primavera.
Si aún no estáis viendo la serie, os invito a hacerlo.
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