La llegada del otoño nos traen las lluvias, el fresquito y el sentimiento hogareño en el corazoncito (o al menos los que somos pro-frío). Entonces… ¿que mejor momento que este para viciarte en tu casa? Especialmente si hablamos de algo que ya hemos tratado por estos lares: esas series coreanas que están inundando las plataformas y que tanto (y tan bien) nos gustan.
Por eso, ahora más que nunca… ¡a celebrar el Netflix and Chill, pero con chocolate calentito y muchas mantitas!
1. Melo is my Nature
No son pocos las series de origen coreano que tratan asuntos como la vida de los jóvenes cuando llegan a la treintena. Con todo lo que eso conlleva: el declive de todas las esperanzas, la persecución constante de tus sueños de juventud y el aprendizaje a convivir con las frustraciones propias de la vida adulta. Pero, Melo is my Nature va más allá.
No solo sus personajes consiguen romper todas las barreras de lo visto hasta ahora (de hecho, son muchísimo más reales de lo que he visto nunca), si no que cuenta con una estructura que atrapa. Una especie de “metacuento” cuyo origen es el de un guion de una serie… sobre su propia vida. Imprescindible e increíble. Creedme cuando os digo que será como estar viéndote a ti con tu grupo de colegas un finde en casa.
2. Una vez más

Una familia numerosa. Cuatro hijos enfrentados a la sociedad y habladurías de su ciudad al divorciarse. Al más puro estilo telenovelesco, Una Vez Más nos introduce en las andaduras y el día a día de los distintos integrantes de este grupo familiar.; así de cómo se van enfrentando juntos a los problemas que se van encontrando. De hecho, es ahí donde reside su magia: en la relación que se crea entre los personajes y de como tú mismo eres capaz de observar, como un mero espectador, su crecimiento a lo largo de la trama.
Una trama que no te dejará indiferente ya que es divertida, tierna, cercana y muuuy adictiva. Es el tipo de serie que te dará pena terminar a pesar de que cuenta con 100 capítulos. Créeme cuanto te digo, que nunca habías tenido tantas ganas de querer pertenecer a una familia.
3. Está bien no estar bien

¿Enamorarte de una psicópata me convierte en un poco loca? Es muy posible. Pero es que, cualquiera que empiece a ver esta serie… me entenderá a la perfección. De hecho Está bien no estar bien se ha convertido en toda una revolución entre los amantes de los doramas. Y no es para menos.
Se llega a adorar TODO de esta serie: la profundidad de sus personajes; la construcción e interpretación de los mismos (ojito con la prota, reina allá donde las haya, y a el hermano del protagonista que me tiene el corazón robado) y la belleza con que son capaces de recrear algo tan feo y oscuro como son los problemas mentales. Además, la intro del primer capítulo no tiene ningún desperdicio.
4. Oh, mi bebé

Una mujer que llega a la edad de 40 años se da cuenta de que todavía no ha cumplido su mayor sueño en esta vida: ser madre. Después de unas circunstancias médicas, buscará este objetivo cueste lo que cueste. Aunque sea… ¿entre los tres hombres que ahora están presentes en su vida? A pesar de esta premisa que puede parecer fría y superficial, la serie esconde una gran reflexión sobre la maternidad, el qué significa ser madre para la gente y los tabús que envuelven a este tema en la sociedad coreana.
5. Kingdom

¿Qué puede ser más bonito que un drama? Un drama histórico. ¿Y qué pasa si tiene zombies? Que ya te pago un gritón de dólares por él.
Aunque esta serie no necesite presentación, Kingdom supuso la primera apuesta de Netlix por las series coreanas y llegó con la puerta grande. Con una historia que mezcla historias truculentas entre la realeza, la diferencia de estamentos y la lucha por el poder… en un contexto apocalíptico donde, poco a poco, los zombies van ganando terreno. Una serie que será la delicia para los amantes de las pelis de miedo y cuya historia es inevitable que enganche a los que no lo son tanto.
6. Equipo Bulldog: investigación en el tiempo libre

Un detective que se nombra a sí mismo “el bulldog externo”, un ex criminal, un legendario luchador de boxeo y un ex trabajador de autopsias funerarias unen fuerzas para crear el equipo perfecto: el Equipo Bulldog. Un equipo un “poco alternativo” (y peculiar, para que mentir), que dedicará todos sus esfuerzos a encontrar los crímenes que nadie más es capaz de resolver. Todo ello con una mezcla de escenas de acción magníficas, diálogos hilarantes y unas situaciones que, bueno… son, sin duda, dignas de ver.