En algún momento de nuestras vidas, todos nos hemos preguntado qué realidad se esconde detrás de las sonrisas brillantes de Instagram. Esa red social capaz de sumergirte en las vidas de ensueño de otros, y cuyos usuarios sienten la necesidad de vender una realidad que, valga la redundancia, nunca se aproxima a lo real. Y que, sin embargo, es capaz de engañar hasta a la persona más perspicaz.
Bajo esta premisa, se tejen los pilares de la nueva serie de Amazon Prime, Chloe. Un thriller británico de seis capítulos con el que nos adentramos en las paranoias e indagaciones de Becky, nuestra protagonista. Con un punto de tensión “hitchcockiano” y un estilo muy parecido a YOU (Netflix), esta serie crea una vorágine de locura donde el acoso, la pérdida y las relaciones juegan el papel protagonista.

Todo comienza el día que Becky, interpretada por Erin Doherty (The Crown, Los Miserables), se da cuenta que la influencer con éxito a la que seguía en redes sociales, Chloe Fairbourne (Poppy Gilbert), ha muerto de forma repentina. A esto se le añade un detalle sospechoso: Chloe la llamó la madrugada en que ocurrió todo. Llegados a este punto, en el que el espectador desconoce totalmente la conexión que existe entre Becky y Chloe, Becky empieza a trazar un plan para «sumergirse» en la vida de Chloe y descubrir la razón de esta llamada.
A través de Instagram y las altas esferas sociales, Chloe va revelando sus cartas, capítulo a capítulo. En ellos Becky descubre más sobre lo que había detrás de la sonrisa de Chloe, y qué pasó realmente las horas antes de su muerte. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, ya que su protagonista utiliza métodos muy cuestionables para realizar esta “investigación”. De hecho, esto es lo que la hace una historia tan fresca dentro del thriller: ese aspecto de “stalker” que tan bien hemos visto en la anteriormente nombrada YOU, y que aquí se lleva a un nivel totalmente diferente.

Además, su guion se diferencia también por una estructura mucho más circular, en la que Becky empieza siendo una “acosadora” para conocer lo sucedido, continúa formando parte de ese mundo de cristal perfecto y brillante y termina volviendo a sus inicios, con una sorpresa final que responde muchas preguntas en torno a su obsesión.
Porque, aunque en un inicio, Chloe pueda parecernos algo proveniente de la pluma de Agatha Christie, con el transcurrir de sus minutos se va convirtiendo en algo más: una historia sobre la pérdida y el dolor que se siente al no poder volver a ver a alguien importante en tu vida.
Por supuesto, nada de esto sería posible sin la majestuosa interpretación de Erin Doherty, capaz de enmascarar todo el bagaje de su personaje con un solo gesto, poner los pelos de punta con una sonrisa y reflejar los matices de “esa fachada” construida para intentar ser feliz. ¡Aunque sus métodos sean apenas justificables!