Ni Navidad, ni Pascua, ni Eurovisión. La mejor época del año ya está aquí y es Halloween. Cualquier excusa es buena para ir a fiestas de disfraces -no importa la edad que tengamos-, para vestir más de negro que habitualmente y para liberar por una noche al monstruo freak que llevamos dentro. Pero si no puedes transformarte en Pennywise o en Freddy Krueger, siempre está la opción de hacer un maratón de pelis slasher o empezar una buena serie de terror. Allá van algunas propuestas: Daybreak (2019, Netflix) Recién estrenada en Netflix hace apenas cuatro días, Daybreak ha sido una grata sorpresa para mí, una serie adolescente post-apocalíptica que devorarás en horas. Las tribus del típico instituto americano -atletas, animadoras, nerds…- son las únicas que sobreviven a un holocausto nuclear en el que los adultos se convierten en un extraño tipo de zombie. Con estética a lo Mad Max, unos personajes carismáticos, una narrativa muy original y canciones de punk-rock, Daybreak te enganchará desde el principio. Y próximamente hablaremos con más detalle sobre ella en la revista. Penny Dreadful (2014, …