¿Qué ocurriría si fuesen Kant o Proust los únicos culpables de llevar tu relación al fracaso? Bajo la perspectiva de la capital del amor, nos llega el nuevo trabajo del director Lucas Belvaux (Escapando, Una pareja perfecta, Después de la vida). Basada en la novela homónima de  Philippe Vilain, No es mi tipo aborda el tema en torno a las diferencias sociales, el amor y los prejuicios que muchas veces se deben superar a la hora de conocer a la que se piensa es su media naranja.

Para ello, se centra en la historia de Clément, un profesor proveniente de la fina sociedad parisina, que es destinado a la remota ciudad de Arras. Allí conocerá a Jennifer, una peluquera cuyo tiempo libre disfruta junto a su hijo y a las noches de karaoke con sus amigas. Entre ellos se establecerá una vieja lucha interior acerca de las diferencias culturales que existen entre ambos: la rural y despreocupada mente de ella, y la cuadriculada y cosmopolita de él.

Con el premio a Mejor Adaptación en los Premios César, la película escasea en construcción lógica del guión, haciendo que, en términos generales, no resulte convincente. Mientras sí que se observa una buena base en la evolución natural de los personajes, la historia no atrapa ni emociona. Especialmente, a la hora de la toma de decisiones o las motivaciones que los llevan a las mismas. No sobresale más allá de una historia de amor clásica traído a tiempo contemporáneo. Eso sí, sin sorprender en su totalidad, más allá que una mera confusión con un final, en cierto modo, poco esperado.

Encarnando a la pareja, Émilie Dequenne (Rosetta, Perder la razón) y Loïc Corbery (Le temps du silence, Solo los amantes sobreviven) cuentan con una química especial y una atracción que sobrepasa la historia principal y consigue adentrar al espectador dentro de sus luchas y sentimientos más dramáticos. Sin duda alguna, uno de los aciertos y principal motor del conjunto fílmico.

Aunque No es mi tipo no sea la película del año, puede resultar una gran opción para los amantes del cine romántico y del drama gratuito. La falta de originalidad a la hora de plantear la historia la convierte en “otra” que se suma al ya reconocido cine de amor francés. Y es que, aunque filosofía y amor resultan un planteamiento curioso, esta poco aprovechado. Escueta en valores y a falta de conocimiento que mueva a sus personajes en sus acciones, puede ser la opción perfecta de un sábado tarde en la televisión.