2018 llega a su fin y en No Submarines no queríamos perder la oportunidad de celebrar todo el cine que nos ha dado. Así que hemos elaborado una selección de las 8 mejores películas que nos ha dado el 2018, con cada redactora defendiendo su candidata a la mejor película del año y sin orden específico.

Roma (Alfonso Cuarón)

Alicia Germán

Roma cuenta la historia de Cleo, una mujer indígena que trabaja como empleada del hogar y niñera para una familia en el México de los años 70. Así, Alfonso Cuarón se inspira en la mujer que le crió a él y a sus hermanos para sumergirnos en la perspectiva del otro, o en este caso, de la otra. La mujer que cándida y dócilmente dedicaba su vida a cuidar de unos hijos que no eran suyos y servir a una familia que no era la suya.

Todo cineasta que se precie, si ha llevado bien su carrera, tiene un momento en su vida en el que se ha ganado el respeto y la confianza en sí mismo como para hacer una película como Roma. Un film en el que el director, como autor indiscutible de la película, ya que aquí Cuarón es director, guionista y director de fotografía, consigue amalgamar su experiencia personal y su experiencia profesional para producir una obra que parece llevar el peso de toda una vida, narrada desde la calma y el sosiego que da madurar una historia poco a poco, dejando que el tiempo vaya dejando su poso.

Y es que cuando se ve Roma se tiene la sensación de que el director mexicano se ha tomado su tiempo, su tiempo para explorar los espacios, para dejar que los exploremos y para hacernos añorar otros que ni siquiera nos fueron propios en ningún momento. Con una fotografía exquisita, donde lo sutil y los detalles ganan a la pomposidad y la hipérbole en la que otros habrían caído. Por su sensibilidad, por su sentido del humor y por su elegancia, para mí sin duda, Roma es la película del año.

The Tale (Jennifer Fox)

Maite López

“My body had told me what my mind refused to accept. I’m tired. So tired. Tired in ways that I’m afraid. The fear is a fear of a broken dream. I have made a decision.”

Escrita y dirigida por Jennifer Fox, The Tale está basada en su propia experiencia como superviviente de abusos sexuales cuando apenas era una adolescente. HBO adquirió los derechos de distribución de la película en esta pasada edición del Festival de Sundance donde se presentó con una gran repercusión, coincidiendo en uno de los momentos de mayor impacto del movimiento #MeToo.

En The Tale Laura Dern interpreta a Jennifer: una periodista y documentalista que se ve obligada a reexaminar su pasado cuando, a través de su madre, descubre su terrible historia de abusos sexuales, plasmada en una redacción que escribió cuando estaba en el colegio. A partir de ese escrito, Jennifer emprende en viaje de autodescubrimiento del único modo en que sabe hacerlo: como si de uno de sus documentales se tratara, intenta reconstruir ese pasado oculto entrevistando a la gente de su entorno que la conoció por aquel entonces, a la vez que lo hace también con su yo del pasado (interpretada por Isabelle Nélisse).

Lejos de caer en el sensacionalismo emocional, The Tale elabora un estudio de cómo nuestro cerebro es capaz de funcionar ante hechos traumáticos; cómo nuestra memoria es capaz de distorsionar unos hechos, de idealizar otros y hasta de ocultar otros a través del constructo de nuestros recuerdos. Es una película dura pero necesaria que, de lo particular a lo universal, deja más que fehaciente la necesidad de iniciar un diálogo para que el cambio social sea posible.

Call Me by Your Name (Luca Guadagnino)

Ana Fernández

Laureada por el público y la crítica, Call Me by Your Name es una de las películas más aclamadas del año. Y cierto es que no es difícil encontrar los matices que hacen de esta una película brillante: la expresividad en los ojos de un joven Timothée Chalamet, la crudeza de las letras del compositor Sufjan Stevens, la exquisita dulzura de los guiones de James Ivory, el magnífico trabajo de Sayombhu Mukdeeprom retratando cada rincón de la localidad de Crema con su cámara o, por supuesto, la impecable dirección de Luca Guadagnino.

Sin embargo, lo que hace que esta cinta sea tan especial es lo sencillo que resulta sentirse identificado con la verdad que nos cuenta. Call Me by Your Name es una obra repleta de inocencia, una metáfora viva del amor y del dolor, un relato enternecedor que eriza tus vellos a medida que los minutos transcurren, una historia sobre la intimidad con la que el ser humano se enamora.

Con la naturalidad que está impregnada en cada una de las escenas, esta película ha conseguido robarnos el corazón a cientos de cinéfilos. Una vez más, Luca Guadagnino vuelve a deleitarnos con su filosofía existencialista en este sobresaliente y romántico retrato sobre la introspección humana.

The Florida Project (Sean Baker)

Beatriz Muyo

Quizá el buen saber hacer de Sean Baker quedase ya patente en su anterior película, Tangerine. Es sin embargo en este 2018 el año en el que el director ha hecho cumbre absoluta en su constante exploratoria de esa parte de la sociedad más desfavorecida, más aislada y más minoritaria. En The Florida Project, el autor nos presenta un mundo lleno de peros y contrastes. El mundo de Baker es colorista, pero decadente; aparentemente alegre para algunos, pero desastroso para otros; ese mundo, el que un cutre-motel de carretera (que paradójicamente se encuentra en las inmediaciones del lugar de fantasía por excelencia: Disney World) sirve de hogar para unos cuantos niños y sus madres, que malviven en no poco duras condiciones y que sirve de escenario principal de una trama protagonizada por una de las niñas más carismáticas que hayamos visto en la gran pantalla en años, Brooklyn Prince (Moonee).

The Florida Project es posiblemente una de las películas más duras de todo 2018. Y es que a veces, guiados por esas dulces y tiernas miradas de Moonee y compañía, puede olvidarse el espectador de que lo que está viendo no es sino el mero y crudo retrato de una parte de la sociedad estadounidense, aunque lo que aquí acontece no entienda de fronteras ni de lugares. Sean Baker consigue que los contrastes de ese escenario tan particular acaben dándonos completamente igual, en pos de unos personajes a los que no estamos preparados para ver sufrir.

Necesitamos más cine como el de Sean Baker y más personajes como Moonee en la ficción. Y ya que hablamos de contrastes, en la vida real necesitamos muchas, muchas menos historias como la que The Florida Project nos escupe a la cara.

Hereditary (Ari Aster)

Lidia Baños

Muchos la califican como El exorcista del siglo XXI, pero lo cierto es que Hereditary brilla por sí sola y no necesita ser comparada con otros títulos. Lo que sí es cierto es que, al igual que algunos de los clásicos más icónicos del cine de terror, la cinta de Ari Aster regala al espectador imágenes perturbadoras que no olvidará jamás. ¿Acaso alguien ha logrado borrar de su memoria a la niña poseída de El Exorcista bajando por las escaleras o a las afiladas garras de Freddy Krueger emergiendo de la bañera en Pesadilla en Elm Street? Pues lo mismo ocurre con la escalofriante decapitación de Hereditary, la escena más terrorífica de la película.

Lo mejor de Hereditary no es solo su cuidada fotografía, o la forma de incomodar al espectador con largos planos centrados en las escenas más inquietantes, o la magistral actuación de Toni Collette. Lo mejor de ella es cómo se adentra en los rincones más oscuros de la demonología a través de un drama familiar que te dejará helado y con un terror que va más allá de lo obvio, de los sustos o lo gore, un terror psicológico que activa nuestras pesadillas y miedos más ocultos.

Rafiki (Wanuri Kahiu)

Cristina Allende

Rafiki engancha desde un primer momento, con su tema de apertura que ha quedado entre mis canciones más escuchadas de 2018. Cuenta la historia de Kena y Ziki, que, como Romeo y Julieta, son hijas de dos rivales políticos y están enamoradas. Son muy distintas, y sin embargo su relación es sana y basada en el entendimiento mutuo.

La película está ambientada en Kenia, y está contada a través de las lentes de su directora, Wanuri Kahiu. Aunque pueda parecer exótico y desconocido para el espectador medio europeo, Rafiki queda incluso más cerca de películas americanas en su retrato de las relaciones afectivas y de lo que significa ser joven y no saber qué será el futuro. Se vende como una historia de amor, y en parte lo es, pero lo que me llevo de la experiencia de verla es más bien la sensación de indecisión, de esperanza y de que no todo puede seguir para siempre, por lo que tenemos que perseguir nuestros sueños.

Si todo esto aún no te convence, solo me queda decir que fue seleccionada en la sección Un certain regard que premia a las visiones más creativas y distintas en el Festival de Cannes. Es una película de indudable calidad técnica y el vestuario de Ziki es lo mejor que me ha pasado este año 2018.

Black Panther (Ryan Coogler)

Patricia López

Gafapastas, postureros y pseudoculturetas, sí, si queréis os podéis rasgar las vestiduras, eliminarme de vuestra lista de cinéfilas a tener en cuenta o pensar que me he dado un golpe en la cabeza, pero para mí, la película de este año por diferentes razones es Black Panther.

Además de una maravillosa película del llamado universo cinematográfico de Marvel, en la que no sólo encontramos perfectas escenas de acción, tramas románticas y un héroe que se enfrenta a sus propias dudas y miedos; Ryan Coogler, su director, imprime en esta entrega de Marvel el orgullo de un pueblo maltratado y silenciado histórica y sistemáticamente, haciéndole emerger desde la ficción futurista y dando un golpe en la mesa, advirtiendo que ahora sí tienen el control de sus propias experiencias y el poder de hacerlas llegar al gran público. Por si esto fuera poco, la cinta de Coogler además respira feminismo y empoderamiento por todos su poros.

Así que no, queridas y queridos, Black Panther no es una película más de tíos en mallas con capa. Black Panther sabe perfectamente que es un blockbuster pero uno, desde el que se ha creado conciencia social, cultural e incluso política; sirva como ejemplo de ello el recadito de T’Challa con su: «los sabios construyen puentes, mientras los necios construyen muros» para Trump.

Sólo me queda decir, que la veáis y leáis mi critica sobre ella. Pero sobre todo: Wakanda Forever!

El hilo invisible (Paul Thomas Anderson)

José Antonio Rodríguez

Paul Thomas Anderson dirige, fotografía y escribe este romance ambientado en el mundo de la alta costura en la Inglaterra de los años 50. Reynolds Woodcock (Daniel Day-Lewis) uno de los modistos más importantes de la época, conoce a Alma (Vicky Krieps) su musa, y a partir de aquí se entreteje un relato que muestra los altibajos de una relación, desde sus inicios hasta pasar por el matrimonio.

En su cuarta colaboración con el director californiano, Jonny Greenwood compone una banda sonora de corte clásico, tan sutil e imprevisible como su protagonista. Y es precisamente en el uso de la música y en la atormentada personalidad de Reynolds donde Anderson se apoya para dividir la película en dos etapas.

En la primera parte de la película la música no deja prácticamente de sonar, la trama transcurre con pulso nervioso y atropellado aunque todo resulta cálido, como en las primeras semanas de una relación. Ya en la segunda parte de la película todo se calma, el ritmo baja y la música deja paso a los silencios y las miradas de un matrimonio devorado por los complejos de un hombre que actúa con una madurez impropia de su edad. Debajo de la capa de belleza y elegancia que envuelve a la película se percibe esa toxicidad que rodea a un protagonista repleto de traumas y motivado por el éxito, la desconfianza y la obsesión… Tres comunes en la filmografía de Anderson.