El tercer día del Festival de Málaga nos ha dejado un regusto delicioso en su sesión correspondiente al apartado del ‘Zona Zine’ y es que la nueva producción de Nanouk Films: L’Ofrena, ha generado un peso en el aire cargado de misticismo y aplausos.
La nueva película de Ventura Durall está magníficamente protagonizada por Verónica Echegui, Àlex Brendemühl y Anna Alarcón. Este director, proclive a la dirección de documentales, se lanza a un nuevo proyecto de ficción en el que el perdón y la culpa son los principales focos de una historia donde el amor se vuelve visceral y saca todas sus entrañas para aferrarnos a él.
Una psiquiatra llamada Violeta (Anna Alarcón) recibirá un día la inesperada visita de una nueva paciente: Rita (Verónica Echegui). Esta mujer acude a consulta por problemas en su matrimonio y señala a la profesional como el principal motivo de ellos. Tras esta premisa, que no esclarece en nada su desenlace final, vemos a un tercer sujeto: Jan (Àlex Brendemühl); el marido de Rita y un empresario que ha construido un negocio de últimas voluntades y casi juega a ser Dios. Así es como Jan y Violeta comparten una historia pasada que se irá descubriendo a lo largo de los 111 minutos que dura este filme.
Como ha dejado ver Durall durante la rueda de prensa, La Ofrenda nace de una inquietud que floreció en el cast debida a los errores del ser humano, pero se cierne más aún sobre el cargo de conciencia que queda tras ellos y los cadáveres que se dejan por el camino. Una trama que crece a lo largo de personajes hermosamente construidos, con unos pasados causales negativos y unos actos derivados de ellos, generando consecuentes futuros de la misma carga.
Por otra parte, el elenco de actores realiza un ejercicio interpretativo desbordante y exhaustivo, casi como si todos se hubiesen dejado la piel para regalarnos una última ofrenda: un potencial dramático al nivel de las obras que marcan una vida. Tal y como ha indicado Alarcón en la rueda de prensa: «Ha sido un trabajo complejo que se ha facilitado al direccionar el vacío y la necesidad, producidos por el odio, hacia un amor de la juventud que deja un final digno para sus personajes y honesto para los espectadores. Todo ha sido más simple junto a Àlex«.
En La Ofrenda podemos ver un trabajo con guiños a la Odisea de Homero (tanto en simbología como en representaciones guionizadas) que busca la redención final, trascendiendo más allá de la pantalla, con una escena de lo más icónica para encontrar esa comprensión en los ojos del que lo ve, el punto de empatía en el que todos sentimos que debemos dedicar nuestras propias ofrendas para aquellos a los que herimos y nunca más volvimos a ver porque, sencillamente, no pudimos.
La tendréis en salas el próximo 18 de septiembre, aunque ya os adelantamos que es una cinta que será de obligada revisión, pues posee una cantidad de detalles en la maravillosa dirección de fotografía que pasan totalmente desapercibidos y quizás nos sorprendan aún más en un segundo round. Todo de la mano de nuestro ya conocido y querido Alex García (también encargado de Los días que vendrán). Una odisea mágica, catártica y emotiva para afrontar los tiempos difíciles que estamos viviendo.
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